cap 8

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No todo es lo que parece.

No lloraba, estaba furiosa y eso me ayudaba a descomprimir mi angustia con mi furia. No le echaba la culpa de que se hubiese enamorado de otra u otro, no sé. Sé que el amor eterno es cosa de películas o novelas, nadie ama porque se le dé la gana, si lo haces a propósito no es amor, si me dejó de querer no la culpo, me lo hubiese dicho; y bueno, me hubiese dolido porque yo sí, la sigo amando, pero no me hubiese sentido engañada como una estúpida.

El amor se termina y si pasa no lo puedes evitar. Pero la lealtad, la honestidad, la amistad, el cariño por alguien que alguna vez estuviste enamorada ¿puede pasar?

No era hora de pensar en tonterías, si había definido lo que iba a hacer, lo mejor era hacerlo.

Tenía que pensar que rumbo tomar. Tenía dinero como para pasar un tiempo sabático, lo que había traído cuando me vine a esta ciudad, lo había puesto en un fondo de inversión que me dio buenas utilidades, a parte le pedí a Andrea que hiciera una evaluación de lo que tenía en la cuenta sueldo, que Juls siempre quiso que tuviera por separado (eso se lo tenía que agradecer)

-Valen – me decía Beth – no te apresures, espera a hablar con ella

- ¡No! Si no me voy a escapar, no tengo porque hacerlo, si alguien estuvo mal, fue Juliana

- Por favor, no te apresures, no es lo que te parece.

- Uf…la famosa frase, solo faltaba que me la dijera al encontrarla follando con otra.

Estaba nerviosa, pensaba que Beth la iba a alertar de mi decisión (que en ese momento no era un misterio para nadie) y volvería más rápido. Se ve que estaba muy a gusto como para dejar lo que estaba haciendo.

Llegó el día del arribo y me avisó para pasarla a buscar como siempre, le dije que tenía que terminar de arreglar algunas cosas, que la iba a esperar Andrea, me pidió que la esperara en casa, y le dije que ahí estaba.

Ya tenía alguna maleta preparada y estaba llenando otra, solamente pensaba ponerla al tanto de cómo había organizado mi ida, para que no tuviera ningún inconveniente con el reemplazo, (Andrea estaba al tanto de todo, que la pobre es la que más lo sufrió)

Cuando llegó la esperé adentro, una vez que bajo la maleta le dije a Andrea que se podía marchar. Quiso darme un beso y le puse la mejilla, vio las maletas, creo que ya sabía que me marchaba, no se extrañó.

- ¿De verdad te quieres ir? No era que querías un edificio para siempre – me senté en la cama

- Pues me parece que si no duró es porque lo demoliste tú con tus mentiras.

- Nunca te mentí

- No me vengas con recursos semánticos, no haberme dicho la verdad ¿no es lo mismo que engañar? No te culpo por haber dejado de quererme, si te enamoraste de otra no es tu culpa, no haber sido sincera conmigo si lo es.

- Yo te sigo amando, no es lo que te piensas.

- Otra vez con la cantilena, ¡ya sé! eres bipolar y no lo puedes evitar, amas a dos, ¿desde cuándo me estás engañando? – se tomó la cabeza llorando.

- Desde siempre, desde que me enamore de ti.

- ¡Hija de puta! – le grité - Todo fue una farsa ¿no me podías dejar vivir en paz? Te crees que los momentos felices que pasamos valen el que me hayas jodido la vida para siempre, me hiciste quererte hasta el alma, ¿para qué? Para reírte ahora, ¿a la otra le estás haciendo lo mismo? – lloraba como si fuera yo la que le había metido los cuernos.

- Yo nunca anduve con otra desde que estuve contigo, no necesito a nadie si te tengo a ti.

- A sí ¿y entonces donde está el engaño? Me lo quieres decir

SIEMPRE TE AMARÉ JULIANTINA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora