- Buenas tardes, soy el doctor Lee. ¿Algún problema con tu celo?
- Nah, doc. - el chino rio escondiendo su dentadura con la palma de su mano - No tengo ningun problema grave, me da un poco de vergüenza decírselo.
El atractivo doctor negó - Dime, no...
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Sí, su alfa vivía en Gangnam pero no sabía que vivía en esa zona en donde todo era muy acomodado. Era un edificio en donde un señor de edad y con mucha clase le recibió. Cuando el encargado le pidió su nombre y parentesco, este tímidamente comento "su omega". La sonrisa del mayor no se hizo esperar y dijo que estaba feliz de que el doctor del edificio por fin tenía pareja.
Después de despedir al hombre y entrar en el ascensor, Jun contó hasta diez cuando estuvo en la puerta del apartamento de su alfa. Sentía el olor de este aun cuando la puerta estaba cerrada. Si bien había pasado su celo con Seokmin, no cambiaría la situación con su alfa en celo, ¿no?
Digitó la clave en la puerta, esta se abrió y el olor de Seokmin golpeó su cara. Sin ninguna razón empezó también a ponerse un poco caliente, sentía un poco de humedad ahí abajo. Dio unos pasos al entrar, pero soltó un grito cuando la puerta se cerró de un estruendo y su cuerpo fue pegado a la pared. Seokmin lo tomaba de los hombros mientras que desesperadamente buscaba hacer contacto visual. JunHui miró alarmado la acción de su alfa, sin embargo, esta pasó a segundo plano cuando encontró unos ojos dorados viéndolo fijamente.
— Te dije que no vinieras — No había vacilación en su voz —¿Por qué lo hiciste? —Lee lucía molesto.
—Alfa... yo quiero estar contigo— el médico negó.
—Vete —Sin embargo, Wen a propósito empezó a soltar feromonas de atracción. Su aroma estaba volviendo loco al alfa que ya de por si estaba fuera de sus cabales.
—No hagas eso, por favor te lo pido — el de rango superior rogó cuando empezó a sentir aquel olor de su agrado — No quiero lastimarte.
A Junhui se le apretó el corazón, no quería que su alfa tema a hacerle daño. Eran destinados y siempre deberían apoyarse.
— Todo estará bien — consoló — te prometo que si me lastimas no me callare. Te lo diré y si no me haces caso, entonces usaré mi voz. Te lo prometo.
— ¿Me lo prometes? — preguntó como niño pequeño.
— Sí
El siguiente paso de su alfa fue acercarse lentamente a él y darle un besos suaves y calmados. Cariñosos y con mucho respeto detrás. Seokmin quería a Junhui como persona y no porque el destino los unió. Se había enamorado de su espontaneidad, de su inocencia y su carácter despreocupado que a veces tenía. Gustaba de pasar ratos con él y escucharlo hablar de su amor a los gatos y porqué Hong Kong no debería unificarse con china. No gustaba de su omega. Gustaba de Wen Junhui.
Detectando el aun temor de su alfa, el menor tomó la iniciativa de desabrochar su camisa. Su pecho desnudo incremento la calentura de Seokmin que, al instante imitó su acción y se quitó su camiseta. Nuevamente unieron sus labios, pero esta vez el mayor usó su fuerza para enganchar las piernas de su pareja en sus caderas y sin romper el beso se dirigieron a la habitación.
