Chapter 11

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Seokmin sonrió hacia Wen

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Seokmin sonrió hacia Wen. El chino se quedo en blanco, ¿Qué tenía que hacer? ¿Debería darle un beso?

Soltó una risa incómoda — Y... ¿Ahora?... ¿Qué hago?...

Lee soltó una risa por la inocencia del omega, negando habló calmado— Empecemos con un beso ¿bien?

Seokmin que estaba hechado, se levantó y se sentó en la cama, Jun le siguio los pasos, ambos estaban lado a lado y mirándose a los ojos. 

— Jé... Seokmin, ¿Cómo se dá un beso?

El médico sintió su corazón quebrarse. — ¿No sabes dar un beso? 

Jun incómodo negó — Sólo sé dar un pico, Henry nunca me besó... 

Lee quería matarse, ¡¿Cómo podía hacer daño a una persona tan pura?! Dando un respiro, tomó las mejillas del omega, miró a sus rasgados ojos y apreció aquel lunar que lo hacía adorable. Despacio acercó sus narices y tocó sus labios. Los gruesos labios de Junhui combinaban con los suyos, el menor no se movia así que aquel beso no duró mucho. 

— No soy tan buen besador pero hago lo me-

— Hazlo de nuevo — lo interrumpió — ese beso fue muy bonito. 

Jun nervioso no espero y esta vez tomó la iniciativa de tocar los labios del doctor. Seokmin pasó la lengua por los labios ajenos, Jun sintió una corriente en su espalda. Cansado del lado izquierdo, se fue a probar los belfos del derecho y sin pensarlo se sentó a horcadas del alfa. Seokmin aprovechó que tenía a Jun encima para meter sus manos debajo del holgado polo del menor. La espalda de Junhui era tan suave que no pudo evitar seguir el rastro de la espina dorsal con su dedo índice. Sin embargo nada se comparó cuando delineó la cintura de Wen. Esta era tan delgada y delicada, su omega cuidaba mucho su cuerpo y eso lo notaba por la suavidad de este.

Impactado por las caricias en su cuerpo, Jun terminó el beso para tímidamente esconder su cabeza en el lado derecho del cuello del alfa. Fue ahí que se dio cuenta del olor del mayor y como al inhalarlo creaba un vuelco en su corazón y su omega se sentía feliz y correcto. Pero, no, no quería pensar en eso. Primero quería disfrutar la sensación de ser amado dulcemente. Soltó un gemido muy bajo casi inaudible cuando las manos de Seokmin tomaron sorpresivamente su cintura y la boca del doctor fue a parar en su cuello dejando un rastro de besos de arriba a abajo.

— Me gusta tu olor...

Confesó el alfa hipnotizado por encontrar la fuente de olor de su omega, aquel apetecible lugar en donde algún día estaría su marca si el destino así lo quisiese.

Jun por su parte estaba teniendo un corto circuito por los besos que el alfa estaba dando en su sensible cuello y que por su celo hacia más erógena ese lugar. Su omega rogaba por una marca pero Junhui sabía que no podía aunque lo desease. Su carrera, su inmadurez y el miedo lo impedían. Pero, toda la culpa lo tenía el celo porque sin ese terrible sentimiento no estaría imaginando lo pleno que se sentiría al sentir al alfa morderlo mientras el nudo crecía dentro suyo y empezaba a cargar a sus lindos bebés.

Doctor Lee!!! - SeokHuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora