Parte 24. Fin

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Ya han pasado dos meses desde que ha Sara la han quitado las escayola y como ella ha querido, han estado casi todo el tiempo en el río, a veces con Fernando y Ramón, otras con Pepe y Elisa, a veces con Nahiara, o con los cinco, pero sobretodo con Fran que ha estado igual de protector, cariñoso... Que siempre.

Sara se ha levantado y se ha puesto un biquini verde con rayas grises, un vestido de playa y unas chanclas, ha bajado al salón y se ha encontrado a su madre sentada pensando con cara de preocupación.

Sara: ¿Mamá qué te pasa? ¿Cómo es que no estas en el trabajo?
Marina: Ven hija, sientate.
Sara: Mamá me estás preocupando.
Marina: ¿Qué te parece si dejo el trabajo? Puedo buscar otro y además tengo unos ahorrillos para tirar unos meses, siento que con este trabajo no puedo pasar tiempo contigo y me estoy perdiendo experiencias muy buenas de tu juventud.
Sara: A mi me parece buena idea porque te echo mucho de menos, pero... No ... Igual no encuentras otro.
Marina: Cariño, eso no me preocupa, he hablado con mis jefes y me han dicho que me lo piense y que si cualquier día quiero volver que vaya que me esperan con los brazos abiertos, me gustaría que los conocieras.
Sara: Oh claro, ¿cuándo?
Marina: Mañana, ¿a donde vas?
Sara: Voy al río con Fran y su madre, ¿quieres venir?
Marina: No hija... Otro día.
Sara: Porfa mamá.
Marina: Bueno... Voy a cambiarme... ¿Cómo se llama su madre?
Sara: María

Pasaron una tarde genial en el río, estuvieron la mayor del tiempo hablando y Sara le contó a Fran lo de su madre y el trabajo, él se alegró mucho. Marina y María acabaron llevándose muy bien.

Sara estaba muy contenta ya, el problema de no ver a Pepe se había solucionado, lo de no ver a su madre también y además sus consuegras se llevaban de lujo asique cada vez que querían ella y Fran les dejaban salir por ahí.

(Un mes después)

Hoy es el cumpleaños de Sara y esta está todavía dormida. Fran y María están organizando una fiesta en su casa para cuando está llegue, de eso se encargará Marina. Y bueno, los demás invitados llegarían un rato antes para esconderse.

Marina mientras tanto está en la cocina haciendo unas toritas con chocolate a Sara, sube a su dormitorio, la despierta tiernamiente y la posa el desayuno en el regazo.

Marina: Felicidades, ya te me estas haciendo mayor ee bebé.
Sara: Gracias mamá.

La da un beso y comienza a desayunar, cuando termina coge el teléfono y le encuentra lleno de mensajes de felicitaciones.

MI idiota: Felicidades pequeña, ya 17 añines, espero que hoy podamos vernos y pasarlo muy bien, te quiero princesa.
MA: Feliiciidadeeees MA, ya son muchos años felicitándole asique no puedo decirte nada que no sepas, te quiero fea, pasalo muy bien hoy y espero que nos podamos ver hoy o mañana para tirarte de las orejitas.
Elsa: Felicidades, pasalo muy bien, ya nos veremos, un beso.
María: Felicidades guapa, espero que lo pases muy bien hoy y si puedes que te pases por casa.
Fernando: Felicidades canija, si vas a hacer fiesta o algo no te pases bebiendo, un beso.
Ramón: Felicidades tontitaa, pasalo muy bien y a ver si nos vemos para dejarte la oreja roja.
Tío Juan: Felicidades sobri de parte de todos, tus tías, tíos, abuelos, primos... Te deseamos que lo pases muy bien y que no bebas mucho, un besazo enorme a ti y a tu madre.

Sara contesta uno a uno los mensajes y la madre entra por la puerta.

Marina: Sara, vistete que nos vamos de compras.
Sara: ¿Podemos pasarnos por casa de Fran?
Marina: Mm... Bueno vale, entonces comemos vamos a su casa a las 3 y después de compras.
Sara: Perfecto.
Marina: Vete preparándote que ya son las 2.

Sara se mete en la ducha y Marina coge el teléfono y la manda un mensaje a María "a las 3 estamos allí"

Sara se pone unos pantalones cortos, una blusa rosa palo y los zapatos planos que la regaló Fran.

Comieron y se subieron al coche.

Cuando llegaron María abrió la puerta y lo siguiente fue un montón de gritos felicitando, globos, serpentina y toda la gente abalanchandose encima de Sara para abrazarla.

Ahí estaban todos felicitándola y ella atónita y llena de emoción.

Pasaron la tarde escuchando música, bailando, saltando, hablando, con tirones de orejas, abriendo regalos, comiendo tarta... lo normal vamos.

Fran aprovechó que estaban todos bailando para susurrarla unas palabras al oído "Te amo pequeña"

Falsas ilusiones y amistades verdaderasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora