Aquella noche, pese a que había iniciado como un mal día más del montón, fue bastante provechosa tanto para Colt como para Bull, quienes habían pasado las siguientes 3 horas peleando juntos en diferentes eventos, y sobre todo, continuaban buscando ganar más trofeos en compensación por aquellos que habían perdido en su primer escaño y tropezón a lado de Primo, quien se había retirado para continuar con sus actividades diurnas diarias y, como no, cumplir con lo que había contado a la pareja de amigos, que era el hecho de tener que darse prisa ya que daría un espectáculo con aquellos que vivían con él en la zona de espectáculos en vivo de Starr park, a quienes más que amigos, ya consideraba su pequeña familia
Por esto mismo, los siguientes compañeros de su equipo habían sido variopintos, de todos los otros tríos que conformaban a la comunidad en la cual se movían como los "líderes" principales o los más conocidos de cada grupo, siendo el más conocido Colt entre los del "wild West Trío" como los habían bautizado, y Bull siendo el jefe de la pandilla de "los Hooligans de Retrópolis", quienes se encargaban de la zona de restaurantes de aquella parte de la ciudad, y que Colt a penas comenzaba a enterarse luego de bastante tiempo trabajando ahí. Por otro lado, lo que más llegó a sorprender a Colt durante aquellas interacciones momentáneas con otros peleadores, es que, pese a que durante su primera pelea a Bull no le molestaba mantener una conversación, así fuera a gritos, con Primo y con su persona, había cambiado la cara de la moneda y se comportaba bastante reservado y silencioso al estar a lado de otros; en especial porque, como ya se ha establecido antes, a Bull la gente no le gusta en absoluto, y aparentemente, el sentimiento era mutuo.
Rosa, Brock, Mr. P, Carl, Darryl, Rico, Stu...
Todos parecían estar en una obstinada sequedad al interactuar con Bull, que no parecía afectado en lo absoluto pues seguía peleando tan bien como en un inicio, siendo su obstinada y testaruda persona en todo momento, Aunque con él seguían siendo igual de cordiales que siempre; pese a eso, Colt se preguntaba qué pasaba por la mente del coloso a quien seguía a todas partes como si fuera ahora una extensión más de él, como su brazo o su pierna derechos, quien, pese a no haber separado en ningún momento los labios para intentar hablar con ellos, con él hablaba como si se conocieran de toda la vida, bromeando en voz bajita o haciendo comentarios sobre cómo les había ido en las partidas recientemente.
Colt respondía a sus bromas con una sonrisa o riendo cuando hacía pequeños comentarios inocentes acerca de lo mal que habían peleado y que debían pulir una cosa u otra para coordinarse mejor, cosa que le granjeaba al sheriff que cuando fueran vistos por los enemigos o por el aliado al azar que les correspondía en los tríos, le miraran con extrañeza, algo de sorpresa y confusión, a veces, y en el caso de Brock, algo de disgusto, parecía ser que todos en el parque seguirían actuando así con ellos dos durante cada batalla, pero eso cambió cuando Piper, su compañera francotiradora rubia, se acercó a ellos con el gesto más amable posible, que al llegar se acercó a la pareja con alegría, tomando la mano del coloso entre las suyas y apretándola con bastante cariño, cosa que, pese a que quisiera negarlo, hizo que a Colt le diera una pequeña punzada de celos en el pecho
pero ¡¿Celos de qué?! No se entendía en ese momento, y quisiera poder darse una explicación a sí mismo, pero no encontraba motivos que valieran ni palabras para poner en orden su mente y su pensamiento, tal vez, y sólo tal vez, no era más que el poderoso deseo primal de que esa familiaridad se quedase sólo entre Bull y él
No quería a nadie más rondando a su nuevo amigo
-¡hola muchachos! ¿Cómo va su tarde? ¿qué tal va la recolección de trofeos Bull?-habló deliberadamente con él la joven mujer; a Bull se le iluminaron los ojos en ese momento y le ofreció la sonrisa más amable y franca que podía ofrecer a Piper
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La Bestia Del Desierto
FanfictionColt llevaba ya cerca de 3 años viviendo en aquél pueblo, sin embargo, esa era la primera vez que se percataba de la presencia de un hombre que, había que decirlo, no pasaba exactamente inadvertido, tanto por su caracter como por su aspecto, y sin e...