capítulo tercero: ira y rencores.

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Aquella idea de ir a comer el pastel de moras no salió tan mal después de todo, pues resultó en otra amena charla entre los dos compañeros de trabajo, los cuales estaban sentados el uno enfrente del otro, compartiendo el bocadillo mientras contaban anécdotas sobre aquél trabajo tan poco amigable, pero que sin duda, ayudaba a completar el dinero para poder pagar las cuentas del hogar.

Colt estaba maravillado con lo que acababa de aprender de Bull en tan solo un día de trabajo. Parecía que al enorme hombre le era fácil soltar la lengua cuando había comida de por medio o algo para beber, cosa que notó a penas comenzaron a comer, pues desde ese momento, hizo un pequeño comentario sobre la facilidad con la cual se regeneraban las heridas estando oculto, y de inmediato, el coloso comenzó a hablar sobre el tema, explicando qué plantas servían para qué cosa y mencionando también algunas de las estrategias que tenía para lugares cargados de muchos arbustos y sitios dónde poder esconderse

-¿En serio? No tenía idea de que pudiera hacerse eso en los arbustos. ¿Es legal?

-tan legal como dispararle de lejos a tus víctimas, si. No se te amonesta en lo absoluto, solamente debes mantenerte en movimiento constante dentro de los mismos o de lo contrario eres expulsado, ya lo demás se da a pedir de boca si sabes cómo hacerlo, te enseñaré la próxima vez que haya oportunidad de luchar juntos—explicó con una media sonrisa, en los últimos momentos, Colt había estado escuchando al experimentado sujeto hablar sin cansancio sobre el antiguo arte de la emboscada, la cual requería mucha paciencia, agallas y sobre todo, una suerte descomunal para atrapar a los desprevenidos que se acercaran sin revisar los arbustos.

Colt sonrió mientras negaba levemente, sin poder creer que utilizara una técnica tan rastrera como esa, pero sin atreverse a criticar sus métodos
Después de todo, ¿Cuan honorable era él al disparar desde una distancia  segura a un enemigo?

-entonces ¿de ese modo es que luchas tú?— preguntó el Sheriff mientras levantaba una ceja con cierta simpatía. Bull sonrió orgulloso y negó,  llevándose otro poco de tarta a la boca

-solamente lo hago cuando estoy junto a cualquiera de mis dos camaradas—explicó mientras se llevaba otro trozo de tarta a la boca, tomándose su tiempo para disfrutar su sabor dulzón mientras Colt le sonreía, apoyando ambos codos sobre la mesa y la cabeza sobre una de sus manos

-debo suponer que te refieres a Bibi y al otro sujeto... Eh, ¿Cual era su nombre?—preguntó curioso, a lo que Bull asintió, devolviéndole la mirada

-Crow. El novio de mi prima—explicó mientras seguía comiendo de forma tranquila, pensando un poco en el tema y recordando, pensaba Colt, algún episodio gris en su vida, ya que su sonrisa se borró de su rostro tan rápido como apareció y volvió a fijar la mirada en el plato, con el ceño fruncido y sin decir nada por un buen tiempo; a lo que Colt asintió suavemente mientras se quedaba con el tenedor en los labios así como con las preguntas en la punta de la lengua, tentado en si preguntar sobre el tema o mejor guardarse su curiosidad para sí mismo, aunque claro, para ese momento, su curiosidad le hizo dar el paso en falso y abrir la boca

-entonces...—comenzó, haciendo que Bull levantara la mirada en dirección del joven sheriff, ladeando la cabeza sin despegarle esos ojos ultra marino de la cara, cosa que hizo que a Colt el pelo de la nuca se le erizara, no entendía que clase de fuerza extraña poseía ese gigante, pero sin duda, comenzaba a encontrarlo agradable, Bull levantó una ceja al ver que no continuaba hablando

¿Que estaba por decir? Ah, dios santísimo, esos ojos lo van a perseguir en sus sueños más extraños por un largo, largo tiempo
Parpadeó tratando de volver a tomar el hilo inicial de sus pensamientos, recordando en ese momento lo que quería preguntarle—... Me enteré de que tuviste un altercado hace tiempo con mi compañera de trabajo... ¿Qué fue lo que pasó?—preguntó para no andarse con más rodeos, esperando que eso no fastidiara las cosas con su nuevo compañero de trabajo

La Bestia Del DesiertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora