Seis

217 19 20
                                    

Junghee.

—¿Eres Hera o Junghee?—Hoseok dijo divertido mientras escrutaba detenidamente aquel vestido verde esmeralda que encajaba perfecto a mi cuerpo.

—Por qué siempre tienes que decir estupideces.

—No lo sé, mi mamá me ha preguntado lo mismo, pero es decir, te ves exactamente igual a como lo haces cada viernes, seguro uno de esos viejos verdes querrán andar por ahí merodeando.

Suspiré rendida mientras me sentaba sobre el borde la cama mirando algún punto fijo de mi habitación.

—Ni yo misma sé quien soy ahora.

Sentí como las manos de Hoseok comenzaron a dejar leves masajes sobre mis hombros, haciendo que fuese satisfactorio mientras duraba su tacto, no podía negar que lo hacía bien.

—Sabes que puedes contarme lo que te pasa, Junnie te conozco como mi propia sombra, hay algo que te tiene medianamente inquieta.

—Metí la pata, y muy muy mal.

Hoseok enarcó una ceja interesado por lo que yo tenía que decir, estaba casi dispuesta a contarle todo, sin embargo, un mensaje de Jimin lo evitó, informando que ya era casi hora de partir.

—Tendrás que contarme esa metida de pata con todos los detalles, hoy no será, pero mañana si.

—Lo juro.

Hoseok se encargó de escoltarme hasta abajo donde mis padres, hermano y Yoongi me esperaban, tal como mi jefe lo decidió, vino hasta nuestra casa para cambiarse y evitar ir a la suya.

Ciertamente, así como Hoseok era considerado un miembro más de la familia, Yoongi y su hermana igual se había ganado un lugar desde tiempo atrás, cuando mi hermano y él se conocieron en la universidad, volviéndose inseparables, una amistad que les agradó mucho a mis padres, pues Min Yoongi no era un tipo tan común como parecía, siendo su familia personas que toda su vida se dedicaron a la política, pero mucho más conocido por ser nieto de un ex presidente, sin embargo, a Yoongi no le agradaba mucho ser relacionado con su influyente familia, por eso él mismo se abrió camino a su propia carrera como fiscal.

—Irás con tu hermano y Yoongi, tu padre y yo iremos en otro coche.

Nos tomó cinco minutos para adentrarnos al coche, quien iba ser manejado por Yoongi mientras Jimin fungía como copiloto y yo en la parte trasera observando el panorama de la ciudad desde la ventana.

—Estás muy callada. Viniendo de ti es raro, regularmente estarías hablando de como atrapar a Kim Taehyung.—Jimin me sacó del ensimismamiento donde exactamente me encontraba divagando sobre el mismo hombre.

—Es cierto. Desde la mañana te noto nerviosa.—terció Yoongi.—Si es por exceso de trabajo no tengo problema con que te tomes una semana de descanso.

—Qué alarmantes, estoy bien, sólo me encontraba observando los rascacielos.—mentí, esperando que dejasen de insistir.

Ambos asintieron no muy convencidos y siguiendo con esa charla a que era ajena a mi.

Así que abrí twitter para despejarme un poco con los tweets de los simpatizantes del nuevo presidente con los que estaban en contra, quienes más bien tenían una pelea interminable de la cual no me apetecía saber.

Hasta que bajé un poco más los tweets encontrando uno que me dejó pensando detenidamente y creando un choque con la realidad.

@minyoonji91
No recordaba a Corea tan fría😭

My Expensive GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora