Capítulo 12: Relatos de blood city

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Capítulo 12: Relatos de Blood City.

Como su nombre lo indicaba, las calles de blood city estaban bañadas en sangre, sangre corrupta, sangre de monstruos, de personas incorregibles, sangre inocente, revuelta, sangre de niños, enfermos, mujeres y ancianos se encontraban en blood city pero ese tan solo era un día cualquiera que formaba parte de la cotidianidad que se solía ver en blood city; pero no toda la sangre yacía en el suelo, aun había sangre, sangre descansada que corría en busca de una mejor vida, uno de los portadores de esa sangre era Eddie, él estaba en busca de una mejor vida, no tenía mucho, pues la sangre de varios integrantes de su familia se encontraba en el suelo, sangre cansada de correr que se redujo a tan solo una mancha. Eddie tenía muchos problemas económicos, su familia lo había abandonado y sus familiares más cercanos murieron en busca de lo que ellos consideraban una mejor vida a manos de Red wing, con sed y hambre tanto de venganza como literal Eddie tan solo tenía que seguir con la tradición familiar, se ganaría la vida de la misma forma, pero no cometería el mismo error que sus tíos, no quería ser reducido a sangre, ¿qué podría hacer para ganarse la vida? Eddie tan solo era un criminal más para los demás, Eddie podía buscarse un trabajo mas limpio pero no lo haría, más que el dinero, Eddie tan solo fantaseaba que del cielo descendiera ese ángel rojo que juzgó a sus tíos como impuros para después reducirlos a sangre, pero un humano jamás tendría oportunidad con un ángel, con un ser divino traído del paraíso para juzgar al hombre, Eddie estaba sucio, "no tenía oportunidad" pensaba Eddie y entre varios cuestionamientos se preguntaba "¿por qué somos victimas de la ira de los dioses?" y el silencio tan solo le respondió, mostrando lo insignificantes que somos, no somos lo suficientemente relevantes como para ser al menos una víctima, no somos víctimas, somos seres inferiores viviendo en un mundo de dioses y reaccionando a sus sentires, o bueno, al menos era ese el pensar de Eddie. Por las calles de blood city corría un rumor sobre un trabajo para ganar dinero fácil, el trabajo consistía en transportar super drogas, las cuales al momento de consumirlas te otorgaban superpoderes, la cantidad de dinero que estaba en juego era bastante, tan solo tendrían que hacerse pasar por víctimas de tráfico humano y consumir la droga como defensa para estar al nivel de un súper al momento de una pelea. Los rumores llegaron hasta Eddie quien no podía creer la noticia, pues por primera vez se le había ofrecido la oportunidad de estar en los zapatos de los seres divinos que tan inalcanzables parecían, por primera vez sería diferente, eso cambiaría todo el ciclo que perseguía a su familia, al fin se vengaría y como dios, juzgaría los pecados de Red Wing.

Asaltantes y criminales de poca monta de todo blood city estaban reunidos, todos interpretando el papel de la víctima con el dolor como único guion, Eddie miraba ese líquido verde como aguas celestiales que lo bendecirían con habilidades divinas, pero cuando el líquido verde corrió junto con su sangre por sus venas, cuando su capacidad de respirar comenzó a dificultarse, cuando sus ojos se tornaron color rojo y cada parte de su cuerpo parecía pesar el doble y a simple vista parecía más liviano que nunca antes; como si ser dios doliera, pero eso claramente es imposible, ser dios no duele, con tanto poder ser dios no tiene sufrimiento alguno, o bueno al menos eso era lo que Eddie pensaba, y sus pensamientos continuaban: -tal vez mi humanidad dificulta el proceso para ser dios, pues ¿Cómo cabe tanto poder en un pequeño recipiente de carne? Esto definitivamente es una estafa -. Todos ahí subieron a los camiones donde serían transportados mientras que la droga era transportada en autos nada llamativos.

Mientras avanzaban Eddie quiso conversar con alguno de los que estaban ahí. - ¿Se supone que ya tenemos super poderes? -. Preguntó Eddie a lo que alguien de ahí le re respondió: - No lo sé, yo tan solo me siento drogado y sin duda me veo peor que un drogadicto sin siquiera ser uno -. A pesar del constante dolor que todos ahí sentían como síntoma del líquido que corría por sus venas, todos rieron.

continuaron conversando hasta llegar al destino: - ¿Qué harán con sus nuevos superpoderes? Preguntó Eddie y muchos respondieron pensando en venganza, pero también, todos ahí soñaban con hacerle la vida insoportable a un héroe.

- ¡¿Cuánto no nos han quitado esos imbéciles?! -. Preguntó uno de los portadores del suero, la conversación continuaba y la pregunta de que hacer con tanto poder llegó hasta uno de los más callados de ahí, el respondió:

- Volar lo más alto que pueda, tocar el mar con las yemas de mis dedos mientras vuelo tan cerca de este, conocer cuantas ciudades pueda, ver el amanecer desde lugares a los que casi nadie puede llegar, dejar de vivir con las reglas impuestas por nuestra sociedad, realmente me gustaría -. Todos en el lugar se asombraron, dios podía hacer más que solo mal o bien, ¿dios podía reír? ¿cantar? ¿bailar? ¿sufrir? ¿amar? ¿dios puede hacer algo más allá que dañar o ayudar?

Una vez llegando a su destino, cada uno de los que estaban ahí fue hacia una diferente habitación donde les inyectarían un suero que aceleraría más el proceso y restaría todo efecto negativo dejado por el suero pero cuando menos se lo esperaron Red Wing y Fatal Fall llegaron y, justo como lo tenían planeado, ambos confundieron a cada uno de sus super soldados con víctimas de crueles experimentos, Eddie estaba en la habitación y de repente cada uno de los doctores y científicos de ahí abandonaron a los pacientes dejándolos a su suerte, no todos ahí tenían superpoderes aún y Eddie era uno de ellos, Eddie asomó su cabeza por la ventana de aquella habitación y se llevó una sorpresa al ver quienes estaban ahí, Eddie estaba indefenso y por la ventana tan solo veía como Red Wing mataba a cada uno de los soldados que estaban ahí dejando cuanta sangre pudiese a su paso, el suero comenzó hacer efecto en algunos, no fue hasta que todos los soldados murieron cuando los pacientes comenzaron a atacar al par de héroes, Eddie tan solo veía como sus nuevos compañeros morían y el ciclo se repetía una y otra vez y de pronto Red Wing atravesó el techo para salir volando pero en cuanto eso pasó, todo alrededor de Eddie se detuvo, todo pasaba tan lento y tan lento, ahora Eddie era rápido, pero muy rápido, más rápido que la luz, tan rápido que ni siquiera era visible para el ojo común, su mundo se había vuelto tan distinto, ya no veía con sus ojos, sino que ahora lo podía ver todo con los ojos de dios, pasó frente a Fatal Fall y miró como mataba a cada uno de sus nuevos amigos con tal facilidad, pero para él ahora Fatal Fall estaba indefenso, pero como dios, no interfirió, capaz de ver todo, tan solo lo dejó pasar, corrió por toda la ciudad en busca de Red Wing, su objetivo principal, y lo lo logró, dio con él, estaba frente a sus ojos tan indefenso, Red Wing estaba ahí, frente a él y ni siquiera era consiente de que Eddie estaba ahí, Eddie miraba a Red Wing como alguna vez Red Wing llegó a ver sus tíos, pero pensó en lo que dijo el compañero de la esquina, el único sujeto que dio un punto de vista distinto, el único que no habló sobre venganza, Eddie tan solo corrió hacía al mar, caminó sobre él y sobre el agua salada se sentó, miró su alrededor, enamorado de la vista a la cual solo dios tiene acceso y tan solo se preguntó: - Si dios tiene acceso a la libertad que va más allá de todo límite, la libertad con la que el hombre tanto ha soñado... entonces... ¿por qué usa esa libertad para juzgar las vidas que al final de todo terminan siendo tan banales para él? -. Y una vez vista tal libertad tan embriagante tan solo corrió por su amigo quien le habló de tal libertad y al llegar tan solo miró gran variedad de cadáveres e identificando al sujeto por su numero de paciente en su ropa, tan solo miró a su amigo aplastado como una uva, tan banal, tan insignificante y matado sin problemas por los dioses, pero aún con la vista de dios sintió dolor, aun siendo dios de sus ojos salían lágrimas, corrió una vez más a ver a los demás dioses y así como si tratase de él, miró a Fatal Fal, estirando su mano, con lágrimas en sus ojos, miró la ala de un dios atravesando a otro y reduciéndolo a sangre, Eddie aún lloraba por la muerta de aquél sujeto pero a la vez miró a Fatal Fall hacerlo, aun siendo dios tenían límites, aun siendo dios, sentían y lamentaban ¿por qué? ¿por qué ser dios duele? Lo mismo se preguntaba Eddie, no tenía sentido, se suponía que ser dios no venía con límite alguno, ¿por qué dios se piensa tanto las vidas tan insignificantes que lo rodean? Y preguntándose lo mismo; Eddie entendió que era porque dios era consciente de cada uno de los sentires de los hombres y los entendía mejor que ningún otro ser en el mundo, pero... ¿por qué? ¿no lo ves? Tendrías que intentar ver con los ojos de dios para entenderlo y eso fue lo que hizo Eddie y llegó a la conclusión, de que la razón por la que dios le daba tanta importancia a estos seres tan banales; era porque dios alguna vez fue uno, para ser dios tuviste que ser hombre primero, dios es hombre o lo fue, pero tiene que ser así, Eddie fue dios y lo entendió, dios fue hombre y entendió a Eddie.

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