Más que amigos |DBZ Fanfic| GokuxBulma

Maratón 1/4

Goku despertó en un lugar extraño, no era su cama. Tenía su traje de lucha y no tenía ningún rasguño. Pensó que estaba durmiendo, pero pellizcó su brazo y no sintió dolor. Estaba muerto. De lo único que se acordaba era de haber luchado con Raditz y del rayo de Piccolo que le atravesó.

Se levantó del suelo y vio que se encontraba en la puerta de una especie de despacho gigante. Había gente formando una enorme fila que salía del edificio. Se veían fantasmas delante suya y un gran hombre con la piel rosa y con un traje morado. Preguntó a un fantasma qué había delante suya, buscando alguna respuesta.

—Hola, ¿para qué es esta fila?

—Oh,esta es la fila para hablar con el gran secretario quien decide si vas al paraíso o al infierno.

—Entonces estamos todos muertos, ¿verdad?

—Claro que sí, lo que no entiendo es por qué tú conservas tu cuerpo y los demás no.

—Lo tendré que averiguar —respondió pensativo—.

—Oh, ya es mi turno. Luego hablaremos caballero.

Goku estuvo esperando a que el señor acabara y ya después llegó su turno.

—Mm tú debes de ser Son Goku, tienes una cosa que hacer.

—Sí, yo soy Goku. ¿Qué tengo que hacer?

—Tienes que ir al planeta de Kamisama del Norte para que te adiestre en las artes marciales.

—¿Dónde está eso?

—Está al final del camino de la serpiente. Es un camino muy largo que debes hacer a pie, pero estoy seguro de que eres capaz de llegar hasta el final.

—Suena bien, quiero empezar ya mismo.

—Puedes ir con ese operario de mantenimiento, él te mostrará el camino.

—Vale, muchas gracias.

Salió del despacho y siguió al operario. Era un hombre de piel azul pálido, vestido con camisa y corbata y era de su misma estatura.

—Hola señor, le acompañaré un rato hasta el camino.

—Gracias.

Goku montó en la parte trasera del coche. Miró al frente, no se veía el final del camino. Debajo había nubes de color amarillo, como su nube mágica. Se quedó  dormido al instante. No sé por cuánto tiempo durmió, pero cuando se despertó con un bache y cayó al vacío, descendió al infierno.

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A Bulma se le hacía raro despertar y no ver a Goku a su lado y a Seitai correteando por los pasillos, enérgico desde primera hora de la mañana. Estaba en la casa del maestro Roshi, hoy iban a comenzar su búsqueda de las esferas del dragón para resucitar a Goku. Ella se puso ropa cómoda para comenzar el viaje y bajó a la planta baja para desayunar. Krillin estaba junto a Yamcha, Puar y el maestro desayunando.

—Buenos días chicos.

—Hola Bulma, ¿estás mejor? —preguntó Krillin—.

—Sí, gracias.

Comenzó a desayunar mientras que los chicos se preparaban para la búsqueda. Removía su tazón de cereales, en verdad hoy no tenía mucho apetito. Se encontraba mal,vacía. No sabía qué estará haciendo su pequeño Seitai, ni si Goku estará viéndola en ese preciso instante. Acabó el desayuno y esperó a que bajasen todos.

—Puar, ¿dónde demonios está Yamcha? —preguntó Bulma molesta—.

—Ya sabes que tarda más que la mayoría de mujeres en arreglarse.

—Te he oído —dijo Yamcha bajando la escalera—.

—Dejad de discutir y empecemos en cuanto antes.

Salieron de la casa y consultaron el radar del dragón.

—Según el radar la bola más próxima se encuentra al sur de la Capital del Oeste, vayamos allí —ordenó Bulma—.

Montó en su helicóptero y siguió a los chicos que iban volando. En unos pocos minutos llegaron al sitio indicado. El radar parpadeaba con más frecuencia según se iban acercando a la zona. Bulma estaba sentada en una roca y el radar comenzó a parpadear. Se levantó y vio que debajo de la roca en la que estaba sentada había algo dentro que brillaba. Metió la mano y sacó una bola de dragón. La limpió un poco con la mano y vi que se trataba de la bola de cinco estrellas. Los chicos seguían buscando por los alrededores, confiando en su intuición. Ella los llamó para que vinieran a ver su hallazgo.

—¿Qué sucede Bulma? —preguntó Krillin—.

—Mirad lo que he encontrado   —contestó mostrando la bola de dragón—.

—Genial, ya nos queda menos para reunirlas todas —respondió Yamcha emocionado—.

Bulma volvió a montar en su helicóptero, ahora iban a buscar la siguiente bola de dragón.