Más que amigos |DBZ Fanfic| GokuxBulma

30: ¡El misterio de Shin!

El siguiente combate enfrentaba a Aisha y a un tal Yamu. El combate había empezado hacía unos minutos y ambos contrincantes estaban peleando realmente bien. Pese a ser un humano, Yamu poseía un fuerte ki y muy buenas habilidades. Aisha estaba disfrutando del combate hasta que de repente le clavaron algo en la espalda. La Tsufurijin había subido su ki al máximo para tratar de zafarse pero lo único que consiguió fue debilitarse. La guerrera cayó desmayada al suelo ante un público que no podía creer lo que estaban viendo. Yamu había robado la energía vital de Aisha y había huido volando junto a Spopovich. Vegeta corrió hacia Aisha en cuanto la vio caer.

—¡MALDITOS INSECTOS, NADIE LE HACE DAÑO A MI AISHA!—gritó el enfurecido Saiyajin sujetando a su mujer la cual se había desmayado.

—Vamos Vegeta, hay que ir tras ellos—dijo Goku.

—Sí, id tras ellos, yo os acompaño.

—¿Tú? ¿Para qué si puede saberse?

—Aunque no lo parezca yo soy uno de los Kaio-Shin y sé lo que traman esos dos guerreros llamados Spopovich y Yamu.

—¿¡Kaio-Shin?! ¿Qué hace un dios como tú aquí?

Shin estuvo relatando a los guerreros la historia del hechicero Bibidi y como su hijo Babidi estaba intentando reunir energía vital para traer a la vida al malvado monstruo Buu. Krillin estaba aterrado pues al oír sobre la fuerza de ese ser pensó que nadie le podría hacer frente. Piccolo también escuchó la conversación y corrió hacia sus compañeros al oír que Shin era realmente uno de los kaios y el verdadero propósito de la participación de Spopovich y Yamu en el torneo.

—Por cierto Kibito, ¿hacia dónde han ido esos dos? No soy capaz de percibir su ki. Es como si ambos estuvieran muertos—comentó Goku preocupado.

—Ellos no parecen emanar ningún tipo de fuerza vital pero aún así podemos encontrarlos así que seguidme—el hombre de piel rosada emprendió el vuelo junto a Shin y los demás.

Los guerreros junto a sus nuevos compañeros Shin y Kibito volaron hasta un lugar apartado en las montañas. Bulma y Aisha les siguieron desde el helicóptero de la de pelo turquesa pues Aisha aún seguía algo débil para volar. Aquel lugar parecía estar desierto, no había ningún rastro de vida allí. Lo único que había era una extraña nave espacial en el medio de aquella árida explanada. Tenía una forma muy extraña, estando rematada en una especie de púas blancas. Goku fue el primero en decidir explorar la zona. Se acercó sigilosamente a la nave, mirando a todos sitios buscando a Yamu y Spopovich. Finalmente les encontró en la nave. Ambos portaban el artefacto con el que habían arrebatado a Aisha su energía y sonreían malévolamente.

—Muy bien Yamu, Spopovich. Esta energía es muy buena, se nota que tu oponente es bueno.

—Gracias maestro.

—Ahora...¡desapareced!

Aquel extraño hombre de baja estatura y piel amarillenta fulminó a ambos hombres con un rayo que salió de su dedo. Iba vestido con una túnica y en su cinturón llevaba como símbolo una extraña M. Tras él, apareció otro hombre, esta vez era de piel roja y tenía cuernos. Llevaba un traje azul y tenía barba. Al igual que el otro hombre llevaba un cinturón con una M. Goku miró a Shin, pues no sabía quiénes eran esos hombres y mucho menos, la razón por la que habían matado a Yamu y Spopovich. Shin estaba serio, manteniendo su talante para posteriormente contestar a las dudas que Goku tenía con respecto a sus nuevos y poderosos enemigos.

—El hombre alto de la piel roja se llama Dábura, él es el Príncipe de los Demonios. Ten mucho cuidado con él Goku, pues no se trata de alguien corriente. Según me han contado es capaz de petrificar a la gente.