Kawaki... Un chico que vivió en la oscuridad por algo que no tenía culpa alguna.
Sumire... Una chica amable y buena, que tuvo un pasado triste y lleno de rencor.
Ambos se culpan por la muerte de personas.
Ambos encierran un dolor que solo ellos p...
-Estamos mejor sin él mamá, no pierdas tu tiempo buscándolo.
Hinata dudo si responderle algo o no a su hijo, no quería pelear. Pero parte de su corazón de madre, le decía que debía buscar a Kawaki. Quería a Kawaki como su hijo, se había acostumbrado a su presencia.
-Kawaki también es mi hijo Boruto, se convirtió en familia cuando Naruto-kun decidió traerlo. Así que voy a buscarlo... No quiero pelear contigo hijo, pero él también es importante para mi. - habló Hinata decidida, y salió de su casa en busca de Kawaki.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Su mente pensaba y pensaba, analizaba el asunto, pero su corazón le indicaba otra cosa. Por primera vez, le hizo caso a su corazón: "Te voy a entrenar"
Fue lo único que dijo, y Sumire asintió.
Kawaki la miro detenidamente, y por un impulso le acarició el cabello lentamente.
Ella lo miro y bajo la mirada ligeramente sonrojada. Él la miro, y dejó de acariciarle el cabello.
La soltó y desvío la mirada. Esa chica provocaba reacciones en él y no entendía porqué.
–Vámonos.- dijo Kawaki, recogiendo sus cosas.
–Emm Kawaki-kun... ¿A dónde iremos ahora? Pensé que quizás... Quisieras volver a la aldea. - susurro Sumire.
Kawaki la miro, para luego levantar la mirada.
–Quieres volver a tu aldea, ¿no? - pregunto Kawaki.
–Si, b-bueno... N-no me gustaría tener problemas con la aldea. - susurro Sumire, pero luego agregó. - Pero si no quieres... Bueno, no hay problema.
Kawaki lo pensó, la miro y asintió. No quería que la peli morada tenga problemas con la aldea. Quizás él no quisiera volver por vergüenza o por no querer ver la mirada de desprecio y odio de los aldeanos, pero ella también era importante y no quería que tenga problemas. Y si ella quería, despedirse de sus amigos. O si se arrepentía, era el momento perfecto para quedarse y no habría ningún problema.
–G-gracias Kawaki-kun. - dijo Sumire, sonriendo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
