Había sido una mala temporada, larga y angustiosa... y ese año fue la gota que colmó el vaso.
"Mamá, necesito ayuda, ya no lo soporto más."
Un año de tratamiento, un año de medicación para intentar volver a ser la misma de siempre, para intentar que la tristeza abandonara sus ojos, para hacer que la sombra negra que la absorbía cada día se disipara y se alejara de su alma.
Pero había sido muy difícil y seguía siéndolo, siempre que daba un paso adelante, al instante siguiente retrocedía dos. Y ahí estaba ella, mirándola con sus ojos, que son los suyos, pero diferentes.
Su aura era oscura, poderosa y ella caía sin remedio en su red de fantasmas imaginarios, de mentiras y traiciones, y de enemigos... pero la única enemiga que veía era ella misma.
Cada día, estaba sola.
Cada día, veía a la gente vivir sus perfectamente felices vidas.
Y ella estaba justo... ahí.
Estaba ahí, estancada en el pasado mientras el mundo pasaba ante sí despidiéndose.
Y todos parecían olvidarla... y eso era tan duro.
Hasta que llegaste tú y todo cambió.
Quería vivir la vida contigo.
Quería despertarse cada día a tu lado.
Quería que la hicieras reír en la mañana.
Quería decirte lo mucho que te amaba.
Antes de irse a trabajar, besarte de nuevo.
Quería pensar en ti de camino a casa.
Quería llegar a casa y volver a besarte.
Quería dormirse respirando tu aroma.
Te quería a ti.
¿Te atreverás?
(Escrito en 2012).
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Just B. ©
RandomRecopilación de textos variados, pensamientos y desahogos en forma de letras sin orden ni concierto. Tú eres ella y ella soy yo. Así que esto es para ti. Para mí. Para nosotras.