Just B. ©

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Quisiera escapar de esa realidad y de todas las demás.

No tener que vivir siempre a merced de sus pensamientos, que la hacían ver cosas que no eran, y que cuando sí lo eran, no era capaz de verlas. Cautiva de esa forma de ser que la hacía ver a todos buenos, cuando en realidad nunca lo fueron, ni nunca lo serían.

"Todo el mundo es bueno hasta que se demuestre lo contrario, ¿no?

No pequeña, todo el mundo es malo hasta que se demuestre lo contrario. Nunca des nada por sentado."

El primer consejo que recibió cuando salió al mundo de verdad, no al que les enseñaban en el colegio, sino el mundo lleno de astucia, frialdad y maldad en el que vivían hoy.

Hacía mucho que se le calló la venda, pero le daba tanto miedo lo que veía que no hacía más que ponérsela una y otra vez, intentado protegerse de algo que escapaba a su control.

Pero ya no más, ya se cansó de fingir que en realidad fueras una buena persona, de obligar a su mente a ver las cosas como en realidad no eran, de ser presa de sus propios e ingenuos pensamientos.

Ya lo dijo una vez, la gente no cambiaba... tan sólo aprendían a mentir mejor, y esa era la única verdad a la que se podía aferrar ahora.

Intentar protegerse del mundo inventando uno propio estaba bien, en ocasiones ayudaba. Pero cuando algo en ese mundo fallaba y la volvían a defraudar una vez tras otra, ¿qué sentido tenía seguir inventando? Esa protección estaba fallando, esa coraza se rompía con la ligera brisa de un rumor. Un rumor que tenía más fuerza que toda aquella preocupación que decías sentir por ella.

Por más que le dijesen que habías cambiado, no era cierto... y cuánto más descubría de ti, más enfadada estaba conmigo misma, por volver a ser tan ingenua de creerte tu versión de todo.

Ella no quería gente así a su alrededor, gente que la matase en vida sin mirarla a los ojos. Ya no más, ya no podía más... un paso al frente y dos atrás, así estaba desde aquel puto día en que todo se desmoronó.

Quisiera escapar de esa mente y de ese corazón que la hacían ver molinos cuando en realidad sí eran monstruos.

Quisiera escapar de esa jaula de cristal.

(Escrito en 2013).