31 días llenos de amor y fluff
Disclaimer
Los personajes, lugares y hechizos son propiedad de J.K Rowling, a menos de que se especifique lo contrario. No hay retribución monetaria con la realización y publicación de esta historia.
créditos del dibuj...
—Hueles delicioso —comenta Draco, entrelazando sus dedos con los de Harry mientras ambos giran lentamente por la sala, siguiendo el ritmo de una orquesta sinfónica que Draco ha logrado sintonizar en la vieja radio de Harry—. ¿Es un nuevo perfume?
Harry suelta una risita, sujetando más firmemente a Draco en sus brazos mientras él también busca refugio en el cuello de su esposo, inhalando su aroma varonil y completamente embriagador. Decide no comentar nada sobre esto, no queriendo despertar más el ego de Draco. Sólo quiere disfrutar de este momento de paz e intimidad, luego de un día lleno de emociones intensas y sobrecogedoras, las cuales aún hacen que su corazón lata con más fuerza de la habitual.
—Oye —Draco se separa un poco, llamando la atención de Harry—, te pregunté que si cambiaste de perfume.
—No, para nada —responde Harry con voz soñolienta—. Seguramente es el shampoo, o el jabón de baño. Recuerda que tu madre me obsequió todo un equipo de cuidado personal en mi último cumpleaños.
—Oh, con razón —Draco sonríe de medio lado—. Ya se me hacía que no podrías escoger un buen perfume por ti mismo. —se burla. Harry le da un pequeño pellizco en su espalda en reprimenda y la nariz de Draco se arruga en diversión.
—Además, ¿para qué preguntas eso cuando en realidad sabes que después de nuestro rato en la terraza, sólo me di un baño y nada más? —pregunta Harry, retomando el vaivén de sus pasos, rogando porque Draco no se haya dado cuenta de su descoordinación.
—Me dio curiosidad, porque es un olor nuevo. No creas que te tengo revisado el gabinete de tus cosas como para darme cuenta de si tienes algo nuevo o no.
— ¿Por qué será que no te creo?
—Deberías, si es que quieres vivir.
Harry ríe, con exasperación cariñosa y sigue bailando, dejándose llevar por Draco, quien extrañamente, después de hacer el amor, bañarse y comer algo, quiso bailar. Viéndolo bien, no sería tan extraño en cualquier pareja, después de un día tan especial y lleno de detalles, pero sí lo es para una pareja como ellos, en especial para Draco, quien de hacer algo romántico, sólo lo hace una vez.
No es que Harry se esté quejando, de verdad. Por el contrario, se siente casi en las nubes por tanta felicidad. Y así quiere hacérselo saber a su esposo:
—He disfrutado mucho este día contigo, Draco —dice casualmente—. Me ha encantado todo lo que hiciste con las notas, y obviamente amé hacer el amor contigo en la terraza.
—Casi se me congela el alma, Potter.
—Deja de ser exagerado —Harry sonríe—. Como te iba diciendo, todo ha sido genial, y justo ahora me siento muy feliz de poder compartir contigo un baile como estos. Te amo, Draco
—Deja las cursilerías, por favor. —Draco habla en voz baja, casi ronroneando satisfecho al estar tan cerca de Harry. Este, con diversión, comprueba cómo Draco está acariciando con la nariz su cuello, inhalando su aroma y suspirando contento.
—Me vas a desgastar, si sigues oliéndome de esa manera.
Después de un golpecito en reprimenda y varias risas más, ambos siguen bailando, intercambiando algún beso por allí, otra confidencia por allá, más otras palabras cursis por parte de Harry.
Draco hace girar a Harry en sus brazos, la mano izquierda sujeta a la derecha de Harry mientras serpentea con su mano derecha alrededor de la cintura de Harry. Harry descansa su mano izquierda a lo largo del hombro derecho de Draco y este lo acerca para que haya una mera pulgada de espacio entre ellos.
Continúan bailando, presionados tan juntos como pueden, mientras la orquesta toca hasta que la canción se desvanece. A regañadientes se separan, pero no se dejan ir por completo.
Se juntan en un beso que promete que su velada no ha acabado. Compartiendo una sonrisa, caminan de la mano a su habitación, cada uno agradecido por haber tenido un día así con el otro, y reflexionando sobre cómo finalmente encontraron el amor que estaban destinados a tener.
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Pues no le puse fin porque ya que se me dio así, estos tres últimos días serán para la misma historia.
Drarry por aquí y por allá, todo lo que está bien en esta vida.
A la final, como que el concepto aquí de "perfume" se me quedó un poco perdido jajaj