Día 25 [Peinar el cabello]
Narcissa y Draco***
El cepillo de caoba, decorado con pequeñas muescas plateadas formando el nombre de su propietaria, pasa suavemente por las hebras rubias del largo cabello de Narcissa Malfoy.
Cada cerda pasa con lentitud y firmeza, aplacando cualquier desperfecto y haciendo lucir el brillo natural a la luz de la chimenea.
Draco, con siete años, está concentrado en su tarea nocturna, teniendo todo el cuidado posible para que el cabello de su madre quede perfectamente desenredado y listo para la cama. Mientras tanto, Narcissa le está contando alguna historia sobre los primeros años de vida del niño, o sobre el tiempo en Hogwarts de ella.
Draco le escucha con atención la mayoría del tiempo, y cuando no es así, está embelesado por la suavidad del cabello de su madre, por su brillo y su color. Cuando considera que su trabajo ya está hecho, se baja de su pequeño butaco y se para frente a ella, contemplando su cabello suelto y hermoso.
—No puedes cortarte el cabello, mamá —dice, levantando un pequeño dedo en advertencia—. Perderás tu magia.
Narcissa le atrae a su regazo y riega su pequeña carita con besos, sacando risas de su niño mientras ella le asegura que su magia no está en su cabello.
***
Falta poco para ir al juicio programado para hoy en el Ministerio. El que se supone será el último y definitivo.
Narcissa se contempla en el espejo y suspira, queriendo encontrar un poco de fuerza y motivación para seguir arreglándose cuando todo a su alrededor parece estar desmoronándose.
Lucius, quien fuera el amor de su vida y uno de sus mayores pilares, se había encargado de hacerles perder todo lo que tenían como familia, y ahora está en una celda en Azkaban, sin oportunidad de apelación a alguna pena menor, cuando todos sus crímenes ameritan algo espantoso como el Beso del Dementor. Para su fortuna, Harry Potter ha sido lo suficientemente misericordioso como para que con su estatus de Héroe, Lucius tuviera una oportunidad más de al menos seguir respirando.
Narcissa se encuentra extrañando y rememorando su juventud, cuando todo era perfecto para ella, con unos padres orgullosos y un novio galante que la adoraba. Esos tiempos de gloria, en los que ella se creyó, y fue la reina del mundo al tener en sus brazos a su pequeño Draco, dando su primer aliento y siendo observado por los emocionados ojos grises de su padre.
Tiempos tan lejanos y fantásticos ya.
—Madre...
Narcissa parpadea rápidamente, enfocando su mirada en el espejo, donde puede ver a su hijo en el umbral de la puerta de su habitación. Está tan delgado, tan diferente. Debe apartar la vista rápidamente antes de soltar el llanto. Draco es la debilidad de Narcissa, siempre lo será.
—Ven —llama ella—. Ayúdame con el cabello, no podemos llegar tarde.
Draco sonríe un poco, mientras entra a la habitación y se acerca a su madre, tomando el cepillo que ella le ofrece. El mismo cepillo de caoba con su nombre escrito en él.
—Sólo sé desenredarlo, madre —se disculpa Draco—. Ni en mil años aprendería a hacer las trenzas o peinados que sueles hacerte.
—No te preocupes por ello, Dragón —Narcissa le sonríe por el reflejo del espejo—. Tú sólo desenrédalo y yo haré el resto. Mientras tanto, me maquillaré un poco. No permitiré que me vean así. —dice con firmeza.
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♡ Flufftober ♡ [ HP Fictober 2021 ]
Fanfiction31 días llenos de amor y fluff Disclaimer Los personajes, lugares y hechizos son propiedad de J.K Rowling, a menos de que se especifique lo contrario. No hay retribución monetaria con la realización y publicación de esta historia. créditos del dibuj...