Día 21 [Beso en la frente]
Arthur/Molly***
— ¡Ya era hora! —suspira Molly extasiada en medio del bullicio que reina en la Madriguera después de que Ron por fin le propusiera matrimonio a Hermione.
Años de idas y vueltas, e incluso desilusiones por parte de la castaña ante la falta de seriedad de Ron, habían por fin terminado en un acontecimiento digno de un próximo banquete que Molly se encargaría de planear, no bien terminara este día. Tiene que consultar el viejo libro de recetas de su abuela para poder ofrecer a toda su familia algo delicioso y totalmente nuevo.
Sonriendo por las buenas nuevas y la próxima fiesta, Molly se retira de la sala, dejando que los jóvenes sigan en lo suyo mientras felicitan a la pareja y hacen bromas hacia los que aún están solteros. Dirigiendo una última mirada a su pobre Ginny, quien sin importar lo alegre que parezca estar, sin duda aún extraña su corta relación con Harry, la matriarca Weasley sube hacia su habitación para descansar, siendo seguida por Arthur.
— ¿No vas a quedarte? —Molly pregunta sobre su hombro— De seguro que los chicos conseguirán la manera de tomar un poco de cerveza de mantequilla y whisky para celebrar. ¡Nunca te perderías algo así!
Arthur suspira pesadamente mientras sigue subiendo los escalones, poniendo con suavidad una mano en la cintura de su mujer.
—Ya estoy muy viejo para esas cosas, cariño. Dejemos a los chicos celebrar.
—No te quiero ver mañana de gruñón entonces —ríe Molly cuando al fin alcanzan el pasillo de las habitaciones—. Siempre es así cuando no puedes celebrar algo.
—Créeme que ya me he hecho a la idea de que esta vez estaré mejor en la cama, descansando.
Ambos esposos entran a su habitación y comienzan a prepararse para dormir. Moviendo su varita, Molly se encarga de lavarse los dientes y ponerse el pijama, mientras el hechizo que le recomendó la madre de Fleur le ayuda con los rulos en su cabello después de desenredarlo. Arthur sólo se lava los dientes y se pone el pijama para luego lanzarse a la rechinante cama un poco pequeña para ser matrimonial. Molly le regaña desde el baño y Arthur resopla una risa, mientras se pone sus gafas de lectura y continúa con el libro que lee cada noche.
—Oh Arthur, ahora que lo pienso... ¿cómo vamos a hacer para organizar la boda de Ron? ¡No tenemos nada listo! —Molly sale del baño apresuradamente, con su cabello en proceso del peinado, apuntando a todos lados— ¡No admitiré que mi bebé se case en una boda cualquiera! ¿Recuerdas la recepción tan bonita que tuvieron Bill y Fleur?
—Sí pero...
—Oh ni te atrevas a mencionar ese fatídico momento, Arthur. Estoy hablando de lo material... Los manteles, las viandas, la música... —Molly se cubre el rostro, sus pequeños ojos llenándose de lágrimas— No, no me hagas caso. No debemos hablar de eso, y si lo hacemos, no debemos hacer de menos a algo tan horrible como eso y todo lo que tuvimos que luchar.
—Molly...
— ¿Te imaginas que algo así pase con Ron y Hermione? —llora ella— Mis niños, mis pobre niños tienen tantos enemigos y ni siquiera han cumplido treinta. El pobre Harry... ¡De seguro él será el padrino y es a quien más buscan esos desgraciados mortífagos! ¡No entiendo cómo los Aurores no han dado con ellos!
—Son sólo tres.
— ¡Como si fueran cien! Siguen siendo desalmados y quieren vengarse de mis niños, en especial de Harry. Ya te digo yo que irán a buscarle en la boda de Ronnie y acabarán con todos y todo. Oh no...
El llanto de Molly sale ahora más fuerte e inconsolable. Arthur cierra los ojos y respira profundamente, intentando ser fuerte por ambos y no recordar el estado en que quedó el pobre Fred por culpa de la guerra.
Levantándose, Arthur deja el libro a un lado y se acerca a su temblorosa esposa, abrazándola de inmediato y susurrando palabras tranquilizadoras. Se quedan así por un tiempo, no el suficiente como para que se llegue el fin de la fiesta que tiene lugar en la sala.
—Cariño... —susurra Arthur sobre el cabello de Molly. El hechizo ha dejado de trabajar con el quebranto de su mujer, y ahora sólo tiene una parte con rulos y otra un poco lisa— Comprendo tu temor, y de verdad que a veces yo mismo no puedo evitar pensar en que algo terrible pueda repetirse. —Arthur suspira, sosteniendo por los hombros a Molly, quien ya está más tranquila.
«Aún no me creo que ese monstruo haya muerto, aún no me creo que sus cabecillas lo hayan hecho también. Siempre recuerdo la guerra y todo lo malo que pasó, pero luego despierto de esas ensoñaciones oscuras y me doy cuenta de que estoy vivo, que mi familia está bien y que son pocos los que quedan por ser ajusticiados.
Arthur se separa un poco de su mujer, mirando sus bellos ojos azules, los cuales brillan por las lágrimas.
—A pesar de que Fred esté luchando aún por recuperar una vida normal, lo tenemos con nosotros, querida, así que estamos completos, juntos. Y juntos somos capaces de muchas cosas, ¿hm?
Molly asiente y respira hondo, intentando recomponerse.
—Lo sé, lo sé... Pero tienes que entender que soy sólo yo, y que nunca dejaré de temer por todos ustedes —Molly se aleja y zapatea con frustración mientras regresa al baño, retomando el hechizo del cabello con su varita. Luego sale y se pone un abrigo que ella misma ha tejido—. Vamos, métete a la cama y no le prestes atención a la tonta de tu mujer.
Arthur sonríe con cariño y se sienta junto a ella, quien ya está acomodándose bajo las cobijas.
—No eres tonta. No hay nada de malo en preocuparse o alterarse por algo así, no cuando has vivido todo eso, Molly —Arthur le sonríe, mientras le acaricia el cabello que ya ha sido peinado—. Sólo quiero que sepas que no estás sola y que siempre estaremos aquí para ti. Que somos una familia y que sea lo que se nos venga en el futuro, lo enfrentaremos juntos, ¿sí?
Molly sonríe también y extiende una mano para acariciar la mejilla de Arthur.
—Está bien.
—Así que está bien llorar —confirma él—, y cuando te sientas desmoronar, estaremos aquí para levantarte.
— ¡Oh basta! —Molly ríe temblorosamente— Lloraré otra vez.
—Está bien, me callo —Arthur se inclina un poco para besar la frente de Molly—. Mañana debemos ir temprano a San Mungo para las terapias de Fred.
Arthur se incorpora y regresa a su lado de la cama. Cuando por fin logra acomodarse, Molly le besa en la frente también y le desea buenas noches antes de apagar las luces.
—No te olvides de pedir libre en el trabajo para la otra semana —dice ella en la oscuridad—. Tú mismo me ayudarás a escoger en que lugar se hará la fiesta. La ceremonia se la dejaré a los padres de Hermione.
—Oh no —Arthur se gira en la cama, dándole la espalda a su mujer—. Estoy seguro que no seré de ayuda. Dile a la madre de Fleur, u otras amigas.
— ¡Arthur!
-fin-
He tenido una migraña interminable en estos días agh...
En fin, ¡gracias por leer!
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♡ Flufftober ♡ [ HP Fictober 2021 ]
Fanfic31 días llenos de amor y fluff Disclaimer Los personajes, lugares y hechizos son propiedad de J.K Rowling, a menos de que se especifique lo contrario. No hay retribución monetaria con la realización y publicación de esta historia. créditos del dibuj...