Brock¿Que demonios?
Me desperté de golpe en mi habitación, todo estaba oscuro excepto debajo de mi almohada, a la cual le traspasaba una luz blanca cegadora.
Pase mi mano por debajo de la almohada y tomé mi celular, entrecerre los ojos para que la luz no me lastimara la vista y leí el nombre que tenía enfrente.
Morticia <3
Ale.
Extrañado vi la hora; 3:27 AM
¿Que mierda?
¿Me está llamando un jueves a las tres de la mañana?
Esta estúpida.
Descolgue el teléfono y lentamente lo puse en mi oreja, me aclare la garganta y con la voz más despierta que pude sacar hablé.
—¿Que putas madres quieres albóndiga? —¿Albóndiga? ¿De dónde saque eso?
—Brock. —Su voz estaba rota.
Me senté de golpe en la cama y me puse una mano en la frente para controlar el mareo.
—¿Que pasá, Ale? —Dije, más despierto que nunca.
—Yo.. eh.. ¿Puedes venir a mi ca..casa? —Le susurró al teléfono.
Me quedé viendo un punto fijo en la pared tratando de despertarme del todo. ¿Su casa? ¿Que?
—Ale, son las tres de la mañana. —Respondí tocando mi entrecejo
—Lo sé, y no te lo pediría si... —Hizo una pausa, lo cual me puso más alerta —sino fuera importante.
Guardé silencio unos segundos.
Por un lado, no quería levantarme de la cama en plena madrugada ni mucho menos salir, por el otro lado, Ale me estaba pidiendo con la voz rota que fuera por ella, diciendo que era una emergencia.
¿Porque siquiera lo estoy pensando?
—Llego en quince minutos. —Dije levantándome de golpe, y tuve que agarrarme de la silla del escritorio para no caerme.
—Gracias, Brock. —Colgó.
Dejé el teléfono en el escritorio y de mala gana prendí la luz de mi cuarto.
Corrí hasta mi closet y agarre unos pantalones de mezclilla grises ya viejos. Me cambié rápido y agarre mi sudadera roja.
Mientras me ponía la sudadera caminé hacía mi teléfono y me fijé en la hora; 3:32 AM.
Bien, voy con tiempo.
Me puse lo más rápido que pude los tennis, Guardé el teléfono en el bolsillo de la sudadera y abrí mi puerta. Apagué la luz y salí de mi habitación cerrando la puerta haciendo el menos ruido posible.
Baje las escaleras con cuidado y descolgue mis llaves del llavero, abrí la puerta de mi casa con mucho cuidado. Tampoco es como si pudiera ir gritando que estaba saliendo de casa.
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Te Conocí En La Azotea (En Remodelación)
DiversosUna Chica Llamada Sarah a vivido Toda su vida En una ciudad pequeña, Pero nunca se a sentido bien en su familia, El único lugar donde se siente comoda es en la azotea de su casa la cual está pegada a la azotea de la casa vecina que había estado desa...