Jongseong

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Pasó una semana desde que Jungwon conoció a Jongseong en el club de música del colegio.

Desde entonces habían sucedido un par de cosas.

El azabache había pasado de ser un chico normal a ser el chicle personal de Park Jongseong en ese lapso de tiempo. Estuvo pegado a él durante esos días con el único propósito de conocerlo más para así poder verificar al cien por ciento que sería el novio perfecto para su hermano.

El lunes pasado le pidió su número con la excusa de que quería que le enseñara a tocar la guitarra. Para su sorpresa el mayor aceptó y desde entonces se mantenían en contacto por medio de mensajes cortos para acordar la hora de las lecciones, hasta el momento solo habían tenido tres debido a la agenda ocupada por proyectos de gran puntaje de parte de Jongseong.

Pero eso no era un impedimento para que en la escuela Jungwon no parara de hacerle preguntas para averiguar hasta el dato más insignificante sobre él, lo cual no fue nada difícil que el contrario respondiera.

Ambos chicos habían congeniado bastante bien. Los dos paseaban por todos lados juntos dentro del colegio y Sunoo ya se estaba quejando de eso diciendo algo como "Ahora él parece tu mejor amigo y yo no", "Pensé que yo era el perro de tu garrapata", mientras lloriqueaba falsamente, pero Jungwon le había explicado rápidamente que era parte de su plan por lo que Kim no tuvo más opción que resignarse a estar con otros amigos durante los recesos.

Ahora, mientras estaba de nuevo en el Club de Cupido, con Ryujin y Jeongin enfrente de él discutiendo por milésima vez sobre algo que desconocía, Jungwon se dio cuenta de que Jongseong era perfecto como amigo.

Es decir, tenía la paciencia suficiente para soportar la constante tormenta de interrogantes que Jungwon le hacía cada vez que se veían y de responder a todas ellas, además de que no parecía cansado de escucharlo hablar sin parar.

O era muy buena persona, o era un gran actor.

—Guarden silencio, por favor. —Chaewon tomó el borrador de la pizarra y lo usó para dar golpes contra el escritorio que crearon un ruido molesto y ensordecedor del que todos se quejaron—. Explicaré el paso tres.

La peliazul y el chico ojos de ciervo —como les había apodado Jungwon— dejaron de darse manotazos para recomponerse en sus lugares y el resto de miembros del club guardó silencio para prestarle atención a las palabras que diría a continuación la pelirroja.

—Si ya han conseguido al candidato perfecto para su compañero, lo siguiente es hacer que se conozcan, de esa forma cuando avancemos al paso cuatro será más fácil para ellos.

Todos dijeron "Ooooh"

—Mi consejo es que busquen una forma casual de que se vean por primera vez, algo como un empujoncito o...

—¿Citarlos a ambos en la bodega del primer piso y dejarlos encerrados allí por algunos minutos? —cuestionó el recién integrado al club, Taeyoung, quien sonreía y aplaudía con alegría.

Chaewon se cubrió el rostro con ambas manos, parecía derrotada.

No contestó, pero los demás lo hicieron por ella.

—¡No!

—Creo que no.

Rodó los ojos, tal vez por séptima vez en lo que llevaba del día

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Rodó los ojos, tal vez por séptima vez en lo que llevaba del día.

—¿Ya me vas a explicar por qué estás faltando a las clases de matemáticas? —habló Heeseung. Observó a Jungwon por el retrovisor del auto mientras conducía, esperando una respuesta del menor.

—Porque...

—Es que no lo entiendo —le interrumpió el pelirrojo. Su semblante demostraba que se encontraba molesto—. ¿No entiendes algún tema? Mamá te pagó clases particulares de matemáticas hace unos meses. ¿Alguien te está distrayendo? ¿No fue suficiente? Puedo enseñarte yo.

—La verdad...

—Aunque el profesor dijo que eres muy bueno en matemáticas, si alguien está haciendo que no entres a clases dímelo y yo me encargaré.

Jungwon soltó un quejido.

—Si fue ese amiguito nuevo tuyo... Jackson, lo mejor será que dejes de salir con él luego del colegio. Yo creo que te...

—¡Su nombre es Jongseong y él no tiene nada que ver!

Heeseung calló al escucharlo alzar la voz.

A lo largo de su corta vida solo lo había oído hablar con ese tono unas cuantas veces —muy pocas— así que el hecho de que en ese instante estuviera ocurriendo lo dejó sin palabras.

En cambio Jungwon tragó saliva.

—Perdón —dijo el azabache entre dientes—. Lo que pasa es que no me dejas hablar y luego sales con que Jongseong me distrae y todo eso. —Bajó la mirada, se sentía avergonzado por su reciente reacción—. Solo tiene una semana que lo conozco y sobre lo de matemáticas... me salté las clases porque no entiendo nada, las odio.

Mentira. Había estado perdiendo el tiempo durante los últimos días en el campus pensando en las recientes clases del club y lo que podría hacer una vez que fuera libre de Heeseung.

O bueno, puede que en realidad las ecuaciones y las raíces cuadradas no fueran lo suficientemente atractivas como para hacerlo quedarse allí.

Sea cual sea la razón por la que se saltó las clases, lo mantuvo lo bastante distraído como para darse cuenta de que estaba cerca de la temporada de exámenes y que era sumamente importante aprenderse los temas nuevos.

Ahora que lo pensaba mejor, tal vez había sido algo estúpido de su parte haber hecho eso.

—Jungwon, ya estás en edad suficiente para saber que debes tomarte la escuela en serio.

—Ajá. Volveré a asistir.

El mayor solo soltó un suspiro pero no dijo nada más. Se masajeó la sien con su mano libre y dirigió su vista al frente.

Mientras tanto, la vibración que emitió el teléfono de Jungwon le indicó que tenía una nueva notificación.

O varias...

El azabache revisó el centro de notificaciones encontrándose con algunos mensajes del miembro del equipo de fútbol.

Ni-ki<3
Jungwon hyung.
3:15 p.m.

Jungwoooooon.
3:16 p.m.

El viernes
3:16 p.m.

De la semana
3:16 p.m.

Que viene
3:16 p.m.

Es el partido
3:16 p.m.

¿Vendrás??????
3:17 p.m.

Sonrió.

Había hallado la solución perfecta para el siguiente paso.

—Sabes —dijo. El mal humor que amenazaba con hacerle compañía durante el resto del día se había esfumado por completo después de leer aquellos mensajes de texto—. El próximo viernes habrá un partido de fútbol en mi escuela —añadió, a lo que Heeseung le miró con una ceja alzada—. ¿Te gustaría venir?

El Club de Cupido ⋆ JayWonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora