Le gustaba cuando amanecía y al salir de casa una ráfaga de viento lo envolvía causándole escalofríos por todo el cuerpo. Era ese tipo de clima que a Jungwon le encantaba. Uno en el que pudiera usar cada día una sudadera diferente de su colección —porque sí, colecciona suéteres— para vestirse de colores llamativos, justo como en ese momento.
Admiró una vez más a través de la cámara de su teléfono su suéter de franjas rojas y azules —uno que compró recientemente— acompañado de sus pantalones de mezclilla y unos tenis negros.
Guapísimo, pensó.
El día del partido había llegado y con él su nueva misión.
Hacer que Heeseung y Jongseong se conozcan.
—Ten cuidado. —Sacudió su pantalón cuando su mejor amigo lo salpicó de helado.
—Entonces... ¿Los vas a dejar solos aquí?
Sunoo miró alrededor. Mucha gente había llegado ese día, casi llenando las gradas y solo quedando unos cuantos espacios para sentarse.
Tal vez la razón era que la competencia sería grande pues los de la escuela rival —sí, aquella que les quitaba el primer lugar siempre— jugarían contra ellos.
Las voces de la multitud mezcladas con el alto volumen de la música que se reproducía por los parlantes del campus no dejaban escuchar con claridad lo que el otro decía, por lo que tenían que hablar más fuerte de lo común.
—Pues sí. ¿No es una excelente idea?
—Eh...
—¡Sunoo!
Un muchacho de cabello castaño se acercaba hacia ellos con un gran vaso en sus manos.
Sunoo saltó en su lugar al verlo y tosió cuando terminó atragantándose con su helado por el repentino movimiento.
Mientras que Jungwon le daba un par de palmadas en la espalda para ayudarlo a recuperarse, Kim le hizo un ademán al contrario para indicarle que se apresurara a llegar.
Una vez que dejó de toser y el desconocido se detuvo frente a ellos, carraspeó, diciendo en un hilo de voz:
—Wonnie, te presento a Jake hyung, lo conocí en la clase de música. Hyung, yo ya le conté acerca de Jungwoncito.
—Hola —se saludaron ambos a la vez.
—Jake es un año mayor que nosotros, ¡viene de Australia! —exclamó Sunoo con felicidad— ¿Lo puedes creer? El otro día le pregunté si las arañas salían de su retrete como lo he visto en internet.
—Y dije que no.
—Yo me niego a creerlo.
Pronto Jungwon dejó de prestarle atención a la conversación que surgió entre su amigo y Jake sobre arañas en los baños para enfocarse en Heeseung, quien llegaba después de haberse alejado para responder una llamada de uno de sus compañeros de clase.
Durante el camino al colegio hasta ese momento no se dirigieron la palabra pues en casa tuvieron una discusión que tenía que ver con quién sería la persona encargada de regar las plantas.
Por si les interesaba saber, luego de algunos gritos y berrinches, Lee Jungwon había salido perdedor en aquella pelea.
Por otro lado, finalmente se había decidido a dejar su orgullo atrás para comentar algo que pudiera romper el hielo, cuando logró divisar a Jongseong detrás de su hermano, caminando sin prisa hacia él con las manos en los bolsillos y una sonrisa en su rostro.
Jungwon quedó asombrado al darse cuenta de que Jongseong ya no era rubio, ahora tenía el cabello teñido de negro, lo traía peinado hacia atrás haciéndolo lucir —en su opinión— como uno de esos chicos que solo se encontraba en las fotos de Pinterest, y para terminar, su vestimenta era totalmente negra, desde sus zapatos hasta su camiseta con el logo de la banda de rock AC/DC.
En las pocas semanas que llevaban de conocerse, Jungwon no había visto a Jongseong vestir algo que no fuera el uniforme de la escuela, así que aquello que tenía al frente era una imagen de él que contradecía completamente a la que tuvo en el club de música.
Claro que Jungwon no se quejaba de eso.
—Hyung.
—Hola. —La sonrisa del ahora pelinegro se ensanchó.
Ambos se miraron por varios segundos sin decir una palabra más.
Hasta que Heeseung carraspeó.
—¿Quién es? —preguntó el mayor observando fijamente a Park.
—Hyung, le presento a Park Jongseong —Jungwon palmeó el espacio que había dejado entre él y el pelirrojo para indicarle a Jay que se sentara allí—. Lo conocí en el club de música. Jongseong hyung, le presento a mi hermano, Lee Heeseung.
—Me alegra conocerlo —dijo Jongseong a la vez que hacía una corta reverencia.
—Al fin te conozco, Jongseong. Mi hermano habla mucho de ti en casa.
Jungwon dejó de sonreír. Su rostro se tiñó de rojo debido a la vergüenza que el comentario de Heeseung le había causado.
De pronto deseaba que le salieran alas para huir volando en ese instante.
Y aunque pensó que Jongseong se burlaría, eso no sucedió.
—Oh, wow. —Rió suavemente—. Jungwonie y yo nos hemos vuelto buenos amigos en este tiempo.
El menor dejó escapar el aire que había estado reteniendo.
—Así es, y como nosotros nos llevamos tan bien... Creo que ustedes también deberían hacerlo.
—Claro.
—Me parece bien. Nunca está mal hacer nuevos amigos.
Jungwon observó como los mayores se sonreían e iniciaban a charlar.
—Yo... iré por algo de allá —dijo señalando un punto al azar a lo que Jongseong y Heeseung asintieron en respuesta.
—No te vayas lejos. Quédate donde te pueda ver —le dijo Heeseung por último.
Jungwon se giró en su asiento para tomar la mano de Sunoo y juntos bajar de las gradas a paso rápido con un Jake que trataba de no derramar su bebida siguiéndolos por detrás.
Llegaron hasta un rincón apartado donde aún tenían una perfecta vista del partido a pocos minutos de comenzar.
Jungwon logró reconocer a Ni-ki haciendo calentamiento junto a sus compañeros de equipo no tan lejos de donde se encontraban.
—¿Y ahora qué? —Sunoo se tiró al suelo, con el castaño ofreciéndole un poco de su jugo de manzana.
El azabache regresó la mirada hacia los mayores, notando que estaban concentrados en su plática.
Un sentimiento extraño se apoderó de él cuando los vio acercarse para ver algo en el teléfono de Heeseung.
Tal vez solo me está matando no saber lo que dicen, pensó Jungwon.
—Ahora solo disfrutemos del partido y dejemos a esos dos solos.
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El Club de Cupido ⋆ JayWon
Fiksi PenggemarJungwon se ha unido al "Club de Cupido" con el único propósito de convertirse en una persona especializada para conseguirle una pareja a su hermano mayor, Heeseung. Pero jamás se imaginó que él terminaría siendo un obstáculo para su propio plan. ...