El festival

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El día del festival  anual de talentos finalmente había llegado.

Jungwon estaba alistándose en la casa de los Kim. Yena le preparaba el cabello a su hermano antes de plancharlo, mientras este le mostraba a Jungwon la lujosa casa que había comprado para su amado animal, Limón (el gato gris que adoptó con Jake). Se estaba divirtiendo jugando y explorando cada rincón, Sunoo mimaba a su hijo, lo consentía con mimos y chillidos de alegría.

—Deja de moverte —le dijo Yena una vez que se cansó de perseguirlo.

—Se supone que Riki estaría aquí hace media hora —se quejó Sunoo, miró su teléfono esperando encontrar algún mensaje de él pero no había nada.

—Siempre llega rápido.

Les extrañaba que el menor no hubiera llegado ya sabiendo que vivía cerca. Además los mensajes de texto no se enviaban.

La puerta de la habitación se abrió con fuerza, haciéndolos brincar del susto. Un sonriente Ni-ki entró dando pisoteadas, haciendo ruido como era común en él.

—¿Qué opinan? —dijo, dando una vuelta en su lugar, luciendo su cabello ahora teñido de rosa—. Ya era tiempo de cerrar ciclos.

—¿Qué carajos? ¿Estuviste todo este tiempo tiñéndote el pelo? Estábamos preocupados por ti, estúpido.

—¿De qué ciclos hablas?

—No se enojen, hyungs. Les he traído algo para lo de hoy.

Ni-ki había preparado unas banderas con el nombre del grupo de Jay y el nombre de Jake, y las entregó emocionado a Jungwon y Sunoo. Todo para apoyar a sus amigos en sus respectivas presentaciones.

—Te perdonaremos esta vez.

Cuando llegaron al colegio, el ambiente estaba lleno de emoción y anticipación. Con sus atuendos impecables y las sonrisas en sus rostros, Jungwon, Ni-ki y Sunoo caminaron hacia el escenario principal, ansiosos por presenciar el desempeño del grupo de Jongseong y el de Jake con el violín.

No pasó mucho tiempo cuando las luces se atenuaron y un silencio expectante cayó sobre el gimnasio. Un grupo de estudiantes subió al escenario, sosteniendo violines en sus manos. Jake estaba entre ellos, su sonrisa nerviosa pero emocionada iluminaba su rostro.

Los alumnos del curso de violín ya estaban alineados para la presentación, Jake estaba casi en el centro, en la fila de adelante.

—¡Vamos, mi amorcito! —Sunoo gritó con euforia. Se notaba muy feliz desde temprano, y actuaba sin pensarlo dos veces, sin importarle la opinión de los demás como solía hacerlo.

Jake estaba sonrojado hasta el cuello, pero eso no evitó que le lanzara un beso a su novio.

Ni-ki hizo una mueca.

—No soporto estar soltero.

—¿Te olvidas de mí? —Jungwon le dio un leve empujón—. Yo soy tu compañero en soltería.

—No es verdad.

No replicó. El grupo comenzó a tocar una melodía suave y delicada, los sonidos armoniosos de los violines llenaron el lugar, cautivando a la audiencia. Se dejaron llevar por la música, moviéndose ligeramente al ritmo de la melodía.

Jake tocaba su violín con gracia y habilidad, transmitiendo su pasión a través de cada nota. Los otros estudiantes también eran talentosos, creando una sincronización perfecta en su interpretación.

El trío de amigos tenía pegatinas en el rostro y cuerpo con la cara de Jake, además de los banners que alzaban en alto con orgullo.

Jungwon valoraba el esfuerzo que Jake estaba haciendo para no reír.

Al final de la presentación, el gimnasio estalló en aplausos y vítores. Jake y su grupo se inclinaron en agradecimiento antes de bajar del escenario. Sunoo, Ni-ki y Jungwon corrieron hacia su amigo una vez que salió, felicitándolo efusivamente y abrazándolo.

—Fue increíble, Jake —exclamó Sunoo emocionado—. ¡Estuviste brillante!

—De verdad, hiciste un trabajo fantástico —agregó Ni-ki con entusiasmo.

—La música fue hermosa. —Jungwon sonrió ampliamente y asintió—. Realmente impresionaron a todos.

El siguiente grupo en pasar fue Sinergy, presentando música Country, después siguió Epiphany, con algo de Pop.

Una vez que terminaron, Mirage, el grupo al que pertenecía Jongseong, ya estaba posicionado en el escenario, probando los instrumentos antes de comenzar el show.

Jungwon se hizo camino entre la multitud, llegando al frente.

—¡Jay hyung! —gritó. El recién llamado lo miró—. ¡Buena suerte!

El contrario le hizo un ademán dando a entender que había recibido su mensaje.

El sonido de los acordes de guitarra resonó en todo el lugar. Comenzaron a tocar y cantar algo de rock con su canción "Fever". El público estaba enloquecido, Jungwon, Ni-ki, Jake y Sunoo no eran una excepción. Gritaban y saltaban de alegría mientras disfrutaban del espectáculo y celebraban cada momento, especialmente cuando Jongseong hizo su solo de guitarra, dejando a todos impresionados.

Al finalizar el festival, como modo de celebración porque las cosas salieron como esperaban, Sunoo invitó a todos a una pijamada en su casa. Estando allí pidieron pizza para cenar, compraron sus dulces favoritos para disfrutar de su tiempo juntos. Jugaron y vieron películas de terror hasta que no pudieron seguir por el cansancio.

El ambiente tranquilo de la casa fue interrumpido por los ronquidos sonoros de Jake y Sunoo durmiendo profundamente. Ni-ki estaba jugando con la consola, desparramado en el cómodo sillón, ya medio dormido. Incapaces de conciliar el sueño, Jongseong y Jungwon decidieron escapar del bullicio y se dirigieron al balcón juntos. La suave brisa nocturna acariciaba sus rostros mientras se apoyaban en la barandilla.

En ese momento Jungwon sintió que era adecuado hablar de sus sentimientos.

—Así que todo este tiempo te he gustado —cortó el silencio.

—No tienes que decir nada, Won.

—Pero quiero hacerlo...

—Tal vez sientas que me debes una explicación, pero no es así.

—Me gustas, Jay.

El rostro de Jongseong era todo un poema, sorprendido por la repentina confesión. Su mente se puso en blanco, realmente no entendía lo que pasaba.

—Me di cuenta, después de muchos regaños de Sunoo, que siempre estuve buscando a un candidato que fuera el novio perfecto para mí, no para Heeseung. Yo... de verdad no pude evitar fijarme en ti.

Jongseong lo besó sin más. Sus labios eran finos, Jungwon sintió la cicatriz que hacía una grieta en medio de su labio inferior, así que sonrió sin poder evitarlo mientras rodeaba su cuello con el brazo, acercándose aún más. Quería que se quedaran así el tiempo que les fuera posible.

La noche no podía ser más especial. Si su corazón tuviera alas, ya habría salido volando.

Se separaron, entonces Jungwon dijo—: Quiero comenzar de nuevo contigo. Quiero conocerte más y que tú me conozcas, después de esto, podemos darnos una oportunidad.

Ambos compartieron una sonrisa llena de esperanza y complicidad mientras disfrutaban de la calma de la noche y de la promesa de un nuevo comienzo en su relación.

El Club de Cupido ⋆ JayWonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora