Bajo la Luna |Remus Lupin|

ɪɪɪ. ᴀᴛʀᴇᴠᴇᴛᴇ ᴀ ʀᴇᴘᴇᴛɪʀʟᴏ

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Levantarse tan temprano debería ser considerado un delito, o al menos eso creía Leire. Si alguien le dijera quien pensó que las clases a las nueve de la mañana eran buena idea ella sería capaz de matarlo con sus propias manos.

Leire estiró su mano hacia el collar que el profesor Snape le había entregado la noche anterior, se lo colocó y se mantuvo algunos segundos mirando su reflejo en el espejo. Realmente le gustaba como se veía, pero prefirió ocultarlo debajo de su túnica para evitar preguntas al respecto.

El reloj en su mesita de noche indicaba que eran las ocho con treinta minutos, por lo que le quedaba media hora para desayunar. Gracias a esto tomó con rapidez su varita y la lanzó sin cuidado dentro de su bolso, luego salió del cuarto a paso apresurado hacia la sala común.

—Me quedé dormida —La pelirroja saludó a sus amigos con una sonrisa cuando los vio en la sala común.

—No te preocupes, nosotros acabamos de llegar —Elian se encogió de hombros.

Los chicos se levantaron del sofá de la sala común y caminaron hacia la puerta hasta que la voz de Leire los detuve.

—¿Dónde está Percival?

—No estaba en su habitación, supongo que ya se fue al comedor —Respondió Wood.

—Siempre nos espera.

Los chicos intercambiaron una mirada que se extendió por largos segundos, haciendo sentir incómoda a Leire.

—Solo díganme que ocurre.

—Está enfadado contigo —Dijo Elián encogiéndose de hombros.

—¿Por qué? no le he hecho nada.

—Rechazaste ser Premio Anual.

Aquel año, como todos los demás, la carta de Hogwarts llegó a Leire indicando los materiales que necesitaría para ese año, el boleto del Expreso de Hogwarts y el recordatorio de la fecha de ingreso. Ese año también habían incluido una insignia con las letras 'P.A' en ella.

Cuando Leire vio la insignia ella de inmediato tomó la decisión de no aceptarlo, su madre le refutó diciendo que era un honor y que mejor se tomara algunos días, a lo que la pelirroja aceptó. Aquellos días le sirvieron para convencerse de no aceptarla, por lo que finalmente rechazó la insignia.

Ser Premio Anual era algo aburrido para Leire, tener que ser un ejemplo para los demás y añadir tareas que no le importaban en lo absoluto, prefería concentrarse en pasar sus EXTASIS y sus tiempos libres dedicarlos a hacer algunas bromas o pasar el rato con sus amigos.

—Gracias a eso su novia es ahora Premio Anual —Dijo Leire frunciendo el ceño.

—Ya, pero a él le hubiese gustado que tú lo fueras —Wood se encogió de hombros.