xɪɪ. ʟᴀɢʀɪᴍᴀꜱ

67 9 0
                                    

─────♡◦♡◦♡─────

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

─────♡◦♡◦♡─────

—Llegan tarde —Dijo la amable voz del profesor.

—Lo sentimos —Dijo Julie.

—Las escaleras no quisieron que llegáramos a tiempo —Se justificó Leire con una sonrisa tensa.

Ella notó que los ojos del profesor se desviaron por un segundo a su cuerpo.

—Pueden pasar. Como es tu primer retraso no lo tomaré en cuenta, Julie. Señorita Pusset, hablaré con usted después de clases —Su mirada bajó una vez más su cuerpo—. Y arregle su uniforme.

Ella tenía la corbata suelta y sólo rodeando su cuello, no su camisa, los botones superiores estaban abiertos dejando un poco de escote a la vista, si no mostraba más era porque la túnica cubría el resto.

Con una sonrisa, Leire ignoró descaradamente las palabras de su profesor y caminó hacia su asiento junto a Wood.

Al pasar junto al asiento de Edward, él la hizo detenerse con una mano en su muslo.

—¿Molestando a la sangre sucia? ¿Qué ibas a hacer, zorra? ¿Golpearla? —La burla en su tono molestó a Leire.

—Eres un imbécil —A diferencia de Edward, ella no susurró las palabras, sino que lo dijo en voz alta y sorprendió al resto de la clase.

Ella sintió los pasos de profesor Lupin acercándose a ellos, probablemente se llevaría otro regaño y añadirían un tema para hablar después de clases, quizás la haría salir de la clase antes de que siquiera comenzara.

Estuvo lista para aceptar lo que fuera que su profesor dijera cuando el estuvo parado detrás de ella.

—Hay lenguaje que aseguré que no voy a tolerar en mi clase.

Bien, iba a sacarla, por supuesto, aunque no fuera solamente su culpa. En parte lo agradecía, si el profesor Lupin era un idiota con ella, al menos tendría excusas para que dejara de atraerle.

La mano del profesor Lupin empujó la de Edward, haciendo que dejara de tocar el muslo de Leire.

—Edward, salga de clase por hoy.

Las palabras del profesor tardaron unos segundos en registrarse en su mente. Él estaba sacando a Edward, no a ella.

—Si vuelve a usar un nombre como ese para llamar a la señorita Pusset me aseguraré de que el director esté al tanto y reciba un castigo, ¿entendido?

—Sí, profesor —Dijo Edward entre dientes.

El chico se levantó dedicando una mirada de odio a Leire antes de salir del aula cerrando con un portazo detrás de él.

El corazón de Leire pudo haber dado un vuelco en su pecho al sentir la mano del profesor rozar su brazo. Definitivamente tuvo un paro cardíaco cuando pudo escuchar el susurro detrás de ella.

Bajo la Luna |Remus Lupin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora