Un gran secreto. Amándose a escondidas encendían la llama de su pasión, aumentando su deseo contenido. La Luna siendo testigo de los hermosos encuentros de dos amantes.
Saga testigos libro uno
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Leire movió la nieve con sus pies. El invierno llegó bastante rápido, al igual que la navidad que ya estaba a tan solo algunos días.
Ese día iba a hacerse la última salida del trimestre y había quedado de encontrarse con Harry en el patio para ayudarlo a llegar a Hogsmade. Recordó lo que le había dicho cuando vio el mapa unos días antes, así que le dijo que se encontraran allí.
Se levantó cuando vio al chico llegar.
—Hola —Leire lo saludó con una sonrisa.
—Hola —Él se veía emocionado, aunque con cierta desconfianza—. ¿Qué es eso de lo que hablabas?
—Aquí no.
Ella le hizo un gesto para que la acompañara y comenzó a caminar en dirección al tercer piso, donde le enseñaría su pequeño secreto.
—¿Te quedarás por navidad? —Pregunto Harry, quién la había visto todos los años anteriores, con tan pocas personas en aquellas fechas, era sencillo recordar quienes estaban en el castillo.
—Sí —Leire sonrió—. Voy a extrañar mucho Hogwarts cuando me vaya.
—¿Te gusta tanto aquí?
—Por supuesto, es mi hogar, pasas más tiempo aquí que en casa.
La chica subió por las escaleras con Harry un paso detrás de ella.
—Sí, lo entiendo —Leire supuso que para alguien como Harry debía ser su único hogar.
Al llegar al primer piso se encontraron con el profesor Lupin que bajaba desde el segundo piso. La situación se volvió incómoda de inmediato para Leire, quien trató de continuar con su camino antes de ser detenida por la voz de Remus.
—¿Podemos hablar cuando vuelva de Hogsmade, señorita? —La pregunta la desconcertó un poco.
Hace más de un mes que el beso había ocurrido y en ese tiempo ninguno lo mencionó de ninguna manera. Que la llamara para hablar era extraño, ya que solo lo hacía para ayudarla con el encantamiento patronus y ese día no lo habían programado.
—No iré a Hogsmade hoy, estoy un poco enferma, así que podemos hablar cuando termine con Harry.
—En ese caso estaré en el jardín.
Ella asintió y se despidió con una sonrisa antes de continuar su camino con el chico hasta el tercer piso.
—Eso se sintió intenso —Dijo Harry cuando llegaron al tercer piso.
—Me ha estado ayudando para protegerme de los dementores —Le explicó ella.
—¿De verdad? Yo también se lo pedí, dijo que después de las vacaciones lo haríamos.
