Un gran secreto. Amándose a escondidas encendían la llama de su pasión, aumentando su deseo contenido. La Luna siendo testigo de los hermosos encuentros de dos amantes.
Saga testigos libro uno
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—¿Te enteraste? —Preguntó Wood hacia Leire mientras ella practicaba el hechizo aguamenti.
—¿De que eres un idiota? sí, hace mucho.
—Ignoraré tu comentario por mi propio bien —Wood se acercó más a su amiga para que el profesor no lo escuchara—. Han visto a Sirius Black no muy lejos de aquí, una muggle avisó del avistamiento, pero cuando llegaron los del ministerio ya no estaba.
Leire dejó de lado el encantamiento bajando su varita y apoyándola sobre la mesa. Lo que Wood había dicho en realidad le interesaba, que Sirius Black rondara los alrededores de Hogwarts podía significar que en realidad sí estaba buscando algo en el colegio.
—¿Crees que venga aquí? —Continuó Wood—, sería estúpido teniendo en cuenta que hay dementores rodeando el colegio.
—Pasó por los dementores en Azkaban, no veo porque tendría que preocuparse por unos cuantos aquí —Respondió Leire.
La curiosidad estaba comenzando a apoderarse de la pelirroja, se preguntaba si realmente Sirius Black pensaba ir a Hogwarts, porque en el ministerio estaban tan seguros como para poner dementores en el colegio y que era lo que el fugitivo esperaba conseguir. Ella odiaba no tener respuestas, por lo que las conseguiría de algún modo.
—Los Black estudiaron aquí, por lo tanto, él también lo debió haber hecho ¿verdad? —Leire se volteó hacia Wood.
—Supongo.
—Entonces debe haber registros de él.
—¿Qué planeas?
—Quiero saber qué es lo que Black busca aquí en Hogwarts, en el ministerio están seguros de que vendrá aquí, por algo debe ser —Leire se encogió de hombros.
—¿De verdad crees que husmeando en su pasado podrás encontrar algo? —Wood frunció el ceño.
—No, pero no tengo más ideas. Ahora permíteme seguir estudiando aguamenti o voy a comenzar a practicar el encantamiento silenciador —La sonrisa de Leire podía indicar que no hablaba en serio, pero de todas formas Oliver prefirió quedarse en silencio.
Lo que restó de clase fue aburrido para Leire, se la pasaron solo repasando algunos encantamientos de años anteriores. Al momento que el profesor Flitwick les indicó el final de la clase los alumnos se apresuraron en tomar sus cosas.
—¿Vamos a buscar a Elián para ir al gran comedor? —Preguntó Oliver mientras Leire y él guardaban sus cosas.
—Ve tú, tengo que verme con el profesor Snape —La pelirroja rodó los ojos con fastidio.
—Pues buena suerte —Oliver salió primero del aula y segundos después Leire también abandonó el salón.
La chica se apresuró para llegar al aula de pociones, sabía que al profesor Snape no le gustaba que le dejaran esperando y también quería terminar rápido con lo que fuera que el profesor quisiera decirle para poder ir a comer con sus amigos.
