Capitulo 4. En problemas

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Narra Victoria

Me Tallo los ojos y despues me retuerzo en el sofa, no sé cuanto dormí, pero al despertar veo que la oficina de Brandon está sola y que en su escritorio hay una nota

Salí un momento. Cómprate algo de comer en la cafetería

Junto a la nota hay algo de dinero y lo ocuparé para hacer lo que dice la nota. Muero de hambre.

Después de perderme en los pasillos del enorme edificio, doy con lo que buscaba.
Me dirijo a la caja y pido un panque de chocolate, Cuando me lo termino, estoy dispuesta a ir de vuelta a la oficina de Brandon, pero algo capta mi atencion.

—así que fumas ¿eh?— hago que Ian se atragante con el humo de su cigarrillo, acción seguida comienzo a reir

—oh muñeca, veo que te gustan las bromas— ese tono de voz es tan... Ian

—estoy aburrida. No entiendo como es que tu sobrevives en un lugar como éste— miro con asco las paredes y gente que me rodea

—no es exactamente mi empleo ideal, pero ser abogado deja muchos billetes— apaga su cigarrillo en la pared y despues la colilla la lanza a un cesto de basura

—¿a que te gustaría dedicarte?— se esboza una sonrisa perversa en sus labios, sé que responderá alguna tontería

—ahora mismo a besar tus labios— se acerca de forma peligrosa a mi rostro

—pues podemos cumplir ese sueño— entonces me lanzo a sus labios y mis manos sostienen su cuello, sus brazos rodean mi cintura.

Me dejo llevar por el momento y mis pies caminan dejando a Ian prisionero entre mi cuerpo y la pared. Escapan pequeños jadeos de mi boca al igual que de la suya, comienza a incomodarme estar parada sobre mis puntas, pero Ian es muy alto, creo que incluso un poco mas que Brandon.
La mano de Ian se desliza por mi cintura hasta llegar a mi cadera y de mi cadera su mano se posiciona sobre mi trasero, me acerco mas a su cuerpo y logro sentir que su amigo se encuentra feliz y eso me hace sonreír.
El momento es tan exitante hasta que el carraspeo de una garganta hace que me separe un poco de Ian y mire quien es

—veo que bajaste a comer y vaya que estás comiendo muy bien— muerdo mi labio nerviosa al ver a Brandon con una mirada de ira que a cualquiera asustaría

—Brandon lo siento yo...— si, definitivamente está molesto por la forma en la que mira a Ian y hace que éste se quede callado

—Ian, vete de aquí,  quiero hablar con Victoria— Ian me da una mirada de lastima y desaparece

—Brandon...— soy interrumpida de forma brusca por Brandon

—no quiero excusas baratas así que sube a la maldita oficina ahora— soy obligada a caminar gracias al fuerte agarre en mi brazo que está ocasionando mucho dolor

—¡No!— me suelto de su agarre y puedo ver sus dedos marcados sobre mi piel

—no quiero darle un espectáculo a la gente del comedor así que camina de una maldita vez— oh, se nota que no conoce mi carácter testarudo

—tu no me obligaras a nada— me lanza una mirada que me aterroriza y despues tengo de nuevo sus dedos apretando mi piel con fuerza y arrastrandome al elevador.

Llegamos a su oficina y me envía al sofá donde dormia hace unos veinte minutos

—yo no sé si esto es parte de tu actitud de chica mala, pero emiezas a colmar mi paciencia. si de verdad causo un conflicto en tu vida solo existen dos malditas formas de solucionarlo: aceptas que de hoy en adelante formaré parte de tu vida o puedes regresar con tu padre— espero que se retracte de sus palabras

Soy tu padrastroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora