Capitulo 8. No lo resistiremos

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Narra Vicky

Creo que despues de todo sí hice reflexionar a Brandon, pues despues de mis palabras tiene una cara muy pensativa y casí no ha dicho nada desde que volvió.
Sé que ambos tuvimos la culpa pero de eso no podemos borrarlo, sin embargo creo que sí hay un remedio a la situación y es volver a ser como éramos antes.

Acostada en mi habitación veo el techo desde hace una hora pensando en lo culpable que me siento.
Por el rabillo del ojo veo que la puerta se abre y entra mamá, doy gracias que no sea Brandon porque no sabría que decir.

—pensé que habías amanecido de buenas— y yo también lo pensaba

—sólo estoy muy agotada, fue un día muy largo— respondo totalmente fatigada

—sé que eso no es lo que te tiene así— coloca su mano sobre mi hombro tratando de darme confianza,  pero pasa todo lo contrario

—Dyalan me engañó— solo quiero que se vaya y ésta fue la mejor excusa que se me ocurrió para mi cambio de humor repentino

—pensé que era un buen chico

—yo también lo pensaba pero anoche en la fiesta lo vi...— ¡ay no! ¿que hice?

—¿fuiste a la fiesta?

—sí pero no me quedé mucho— nerviosa tomo mi cabello y lo cambio de lado

—¿que es esto?— fue mala idea descubrir mi cuello

—alergia—cubro mi cuello enseguida pero aun así mamá muy molesta sale de mi habitación y azota la puerta. Después de todo conseguí que se fuera.

Este día en definitiva no es ni será mi favorito. Voy a dormir para que termine de una vez por todas.

Una voz inexpresiva me despierta pero pronto se marcha, sé que es Brandon y que por alguna razón está molesto.

Me doy una ducha rápida y las marcas en mi cuello son casi invisibles, de todas formas mamá ya las vió.
Voy al pequeño comedor donde huele a tocino y huevos fritos, al llegar todos me observan con una mirada que no me gusta e incluso me incómoda

—¿se puede saber por qué todos en esta mesa están molestos conmigo?— tomo asiento frente a mamá que aprieta en sus manos el tenedor con mucha fuerza

—¿necesitas explicaciones?— ahora entiendo de quien heredé el sarcasmo —te da igual si soy tu madre o no, desobedeces a mi autoridad, siempre haces lo que quieres, como ir a fiestas sin mi permiso y regresar con esas horribles marcas en el cuello— entonces Brandon se ahoga con su jugo de naranja y empieza a toser, que idiota así mamá sospechará que él las hizo

—ya pedí disculpas por ambas cosas, además no pasó de besos con un chico de la fiesta— Brandon me mira de reojo algo aliviado por mi explicación falsa pero de igual forma creíble

—ese no es el punto— vuelve a comer su tocino y ya no vuelve a hacer contacto visual conmigo, pero sin embargo Brandon aun me atraviesa con su mirada ¿que rayos le hice?

—¿y tú? ¿que te hice?— detesto su mirada tan pesada que casi logra hacerme agachar mi cabeza y pedir perdón

—está mal que ignores a tu madre siempre que se te da tu gana

—¡ay por el amor de dios!— al final solo tomo mi plato y lo llevo al sofa para poder ver algo en la televisión ya que en el comedor no me dejarán disfrutarlo felizmente.

Al terminar llevo mi plato a la cocina y Brandon aparece con el resto de trastes

—¿vas a decirme la verdadera razón por la cual estás molesto?— lo tomo por el brazo y el me mira pero no dice nada luego da la vuelta de nuevo —¡oye!

Soy tu padrastroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora