Narra Vicky.
Sin duda alguna de las cosas que mas me arrepentiria en la vida sería ésta.
No era del todo mi culpa o quiza sí, pero estaba ebria, no pueden exigir que piense con claridad.
No solo estaba ebria, tenia una enorme sed de venganza, verme la cara de idiota no es buena idea y Dylan lo acababa de hacer.
Aún así según dicen que cuando estamos ebrios tomamos el valor de hacer lo que queremos sobrios pero no nos atrevemos. Entonces una parte de mí deseaba estar en ésta situación; con las piernas enredadas con las de Brandon, semidesnuda y acariciando ese pecho sexy sin pudor alguno. Olvidando por completo que Brandon es el novio de mi mamá y que no es precisamente lo mas correcto.Tengo a éste hombre moviéndose encima mío provocando una reacción plasentera.
Me deshago del último botón de su camisa y la deslizo por sus brazos, continuó por ese maldito botón que me impide tenerlo prácticamente a mi disposición, pero no por mucho tiempo. Pronto siento las manos de Brandon rodear mi espalda y tomar el broche de mi sujetador, pero algo pasa, se aparta de mí de una forma tan inesperada y dolorosa para mí—¿por qué paras?— cuestiono entre jadeos, apenas y puedo respirar
—ésto está mal— sale de la tina de baño acomodando su ropa y su cabello, mientras yo confundida me levanto del suelo de la tina que tiene un poco de humedad, debe ser una mezcla de sudor y vapor que ha salido de nuestros cuerpos
—hazlo— como un pulpo enredo mis manos al rededor de su cuerpo y con mi boca doy un mordisco en su cuello provocando que ladee la cabeza y suelte un jadeo
—basta, por favor ponte la pijama— sale del baño y después de mi habitación.
Me quedo parada totalmente confundida y agitada.
No hay otra cosa que hacer mas que obedecer a lo que Brandon dijo.
Aun confundida logro quedarme dormida con bastante profundidad.Seis A.M. me siento como la mierda que cagó un perro. Ojos hinchados, cabello alborotado, dolor de cabeza y un aliento horrible. Lo primero que hago es lavar mi cara y dientes, después de eso intento arreglar mi cabello y al final me dirijo a la cocina.
Apenas y estoy a un par de pasos de entrar a la cocina cuando veo que Brandon está dentro de ella y enseguida doy media vuelta, pero no mido la dimensión de mis brazos y lanzo a la mierda una lata de soda vacia.
—oh, eres tú— escucho a Brandon detras de mí
—hola— giro de nuevo tratando de ocultar mi vergüenza y fingiendo que no recuerdo nada de lo sucedido
—¿qué tal te sientes?— él también intenta figir que nada pasó, pero ambos sabemos que mi baño fue testigo de lo que sucedió
—como si un camión me hubiera arrollado— llevo mi mano a mi frente por el repentino dolor en ella
—bien, vamos a solucionarlo— suena como doble sentido.
Me toma de la mano y me lleva a la cocina —siéntate— me ordena y yo hago caso, subo mi trasero a la barra.Él busca entre las puertas de la alacena y yo intento ignorar el hecho de que cada vez que levanta su brazo para buscar algo su camiseta sube dejando a la vista esa "v" muy marcada en su pelvis.
Toma una caja que parece de té y la lleva serca del lavaplatos, sirve un poco de agua en un vaso, voltea y me entrega un liquido efervescente.—bebe— yo miro el vaso sin saber que coño es lo que hace burbujas como si fuera soda —es solo una pastilla para la resaca— aclara al ver mi cara de asco
—bien, tranquilo, la beberé— y me empino el vaso, sabe como sal.
Hay un incomodo momento de silencio el cual decido romper con una pregunta algo complicada
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Soy tu padrastro
Teen FictionLas madres suelen estar locas. Nos gritan por todo, por hablar, por no hablar, por comer, por no comer. Nadie entiende a esas mujeres, pero la mía sí que está dañada. ¿Un novio diez años menor? ¿Lo ven? Está demente. Es es un idiota inmaduro, un pat...