Ojos Verdes

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Durante la Era de Clanes, los matrimonios políticos eran necesarios para mantener un periodo de paz entre clanes rivales antes de que una nueva guerra estallara entre ambos, como pasó entre el clan Senju y Uzumaki durante un período de crisis de los primeros. Las bodas también eran suscitadas debido a la necesidad de los mismos clanes a la hora de buscar aliados. Esto fue reflejado entre los Senju y Uzumaki nuevamente con el matrimonio entre Hashirama y Mito, dando así una enorme hermandad entre los dos clanes que llevó a la creación de la primera aldea de shinobis y dando el paso al final de la Era de Clanes.

Cuando la Era de Clanes terminó y el período de las aldeas dio comienzo, las bodas políticas fueron necesarias para crear paz entre las aldeas y los diferentes países, creando extraños aliados que ciertamente no hubieran aparecido por otro medio. También eran necesarias para mantener la paz de las mismas aldeas, creando lazos entre los clanes de cada aldea, pero en cierto punto, llegando a la tensión. Clanes como los Uchiha, Uzumaki y Hyuga demostraron que preferían mantener una sangre pura y no casarían a uno de los suyos a menos que fuera por necesidad, como pasó cuando Ashina casó a su hija Mito con Hashirama, el futuro Shodaime y el shinobi más poderoso de la época, demostrando su poder al someter al clan Uchiha a su control cuando derrotó a Madara.

Las bodas concertadas y contratos matrimoniales habían estado presentes desde que las Naciones Elementales aparecieron en el mundo. De cierta manera, eran una carta de los altos mandos de los clanes y aldeas para crear un período de paz y era el método al que ahora Sunagakure y el País del Viento recurrían para reforzar los destrozados lazos que tenían con Konoha y el País del Fuego, algo que repercutiría en su economía y en las misiones que llegaran a la aldea del país. Era de conocimiento público que ellos y Oto habían caído ante Konoha, reculando cuando Iwa no apareció para dar su apoyo.

Konoha superó a tres aldeas y ahora Suna solo podía recurrir a dar a su mejor kunoichi para formar un tratado de paz mediante una boda política y un contrato de matrimonio.

Naruto miró con su único ojo la yukata verde que estaba justo a unos metros de su mano. El joven shinobi observó la belleza de aquella tela, como mostraba un color verde bosque con el símbolo de los Senju en la espalda y ambas mangas, dando a cualquiera que lo viera la impresión de que era del clan Senju, algo que había mantenido por años en completo secreto y que los altos mandos de la aldea ocultaron del ojo público. Él era el Príncipe de Konoha, si hacía caso a los murmullos de algunos civiles que lo vieron ya con aquel símbolo.

―Te quedará bien.

Una voz femenina llegó a sus oídos. Naruto se mantenía sentado frente a aquella ropa, con los brazos cruzados sobre un torso desnudo y con la venda cubriendo su ojo izquierdo, justo como Kakashi.

―Todo esto es un poco extraño―Naruto dijo. Su ojo brilló con intensidad mientras miraba el símbolo de los Senju―. Tengo un hijo con Pakura. Voy a casarme con alguien a quien no conozco para mantener la paz entre ambas aldeas. Cuando volví de Kirigakure, no esperé ser objeto de los altos mandos ni mostrar mi identidad. Odio ser el centro de atención, mamá.

Senju Tsunade observó los hombros de su hijo temblar desde su posición en la puerta de la habitación. Frunció los labios en un mohín y dejó caer sus cejas con malestar. Como madre, ella estaba completamente en contra de aquello; pero como Kage no podía simplemente dejar pasar aquella oportunidad para mantener un aliado constante en la aldea oculta entre la arena a pesar de que contaban con la firme alianza con Kirigakure. Pero más allá de que su nieto Kawaki era de Kiri, ¿qué unía a Konohagakure y Kirigakure? La alianza entre la niebla y la hoja a sus ojos, podría simplemente derrumbarse con un fuerte viento.

―Puedes echarte atrás―y a pesar de sus pensamientos como Kage, Tsunade habló con la voz de una madre. Intentó que sus palabras se oyeran firmes y seguras, que no temblaran en los oídos de su único hijo con uno de los dos hombres que ella había amado en su vida―. Haré que todos lo entiendan, incluso los consejeros y la daimiyo del fuego.

A.N.B.U: Danza del VientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora