A.N.B.U: Danza del Viento

El Demonio del Agua

El grupo invasor siguió avanzando por las calles de la isla flotante con un solo objetivo: llegar hasta la enorme torre que se erguía, alta y poderosa en un punto central dentro de la isla flotante, rodeada de casas metálicas, extrañas, y frías. Aquella ciudad voladora, parecía mucho más una máquina que una ciudad. No vieron a ninguna persona ni animal más allá de los shinobi del cielo, que aparecían en cada esquina, intentando detenerlos. Con Gaara, Shimaru y Baki fuera del grupo, eran solamente cinco los que corrían bajo el fuego enemigo, liderados por Kakashi el Ninja que Copia, quien había invocado a Pakkun para guiarlos hacia el aroma de Naruto o de Temari, pues ambos estarían en el mismo sitio, o eso pensaban los de Konoha.

Kimura Sho tenía otros pensamientos, mucho más reacio a creer que Naruto iría a por Temari, pues solamente era una moneda para establecer la paz y el objetivo había sido cumplido. ¿Qué más daba que ahora ella muriera en aquella invasión provocada por los hombres del País del Cielo, la nación enemiga de las Cinco Grandes Naciones? Él había sido designado como el guardián de Temari e iba a cumplir con su cometido, así tuviera que enfrentarse a Hatake o a sus compañeros sin importarle su propio bienestar físico.

El grupo finalmente se detuvo en un lo que parecía ser una pequeña plaza, rodeada de edificios metálicos, siendo la ubicación perfecta para una emboscada, algo que los mismos shinobis del aire sabían y que el equipo de rescate tenía previsto, por ello el ataque de los shinobi del Cielo no les pilló desprevenidos y pudieron mantenerse a salvo de los ataques.

Fue en ese instante que una figura cayó en el centro de la plaza. Era inmensa, más alto que Kakashi, con un cuerpo al menos tres veces o cinco más ancho, con una prominente barriga que se movía con cada paso que daba. Al contrario que la mujer enmascarada, aquel hombre no llevaba la parte superior del uniforme ANBU del País del Cielo, de hecho, apenas podía llevar los pantalones por lo que los shinobi de Suna y Konoha vieron, siendo poco más que un harapo cubriendo su cuerpo. Sus brazos, igual que sus piernas, podrían sencillamente aplastar a alguien.

—Eso es sorprendentemente grande—declaró la Uchiha del grupo, prorrumpiendo en carcajadas cuando los ojos del inmenso hombre la miraron, llenos de ira—. ¡Por más que me mires, no vas a encoger!

El ANBU de máscara azul marino solamente movió su brazo derecho al tiempo que sus subordinados saltaban hacia los tejados. Una ola de agua apareció, saliendo disparada hacia los miembros del equipo de rescate. Kakashi y Chiasa fueron los primeros en evadirla, siendo seguidos por Sho, Kankuro e Inoru. El agua arremetió con fuerza contra los edificios, causando un estruendo que se propagó entre los edificios, como si alguien hubiera golpeado dos al mismo tiempo o una persona hubiera usado un enorme cucharon para golpearlos, esparciendo el sonido como ondas constantes y firmes, las cuales se propagaron por la isla como si fuera un lago de agua golpeado por una roca: con ondas constantes y firmes que menguan según se van expandiendo.

—Creo que no tiene sentido del humor...

Pequeñas esferas que parecían canicas echas de agua, se alzaron del agua y salieron disparadas directamente hacia el equipo de rescate. Estos se movieron, evadiendo las pequeñas esferas, las cuales perforaron el metal sin problema alguno, como si el agua hubiera sido lanzada con la presión adecuada para perforar el metal, lo que hubiera llevado a la muerte a cualquier persona que se hubiera interpuesto entre una de las esferas, porque lo habría atravesado de lado a lado como si estuviera hecho de mantequilla y no de carne y hueso.

El inmenso y ancho ANBU de máscara oni juntó las manos en un sello reconocido por los más experimentados shinobi del equipo de rescate. Un inmenso dragón se alzó detrás del hombre, disparado hacia el cielo. Después, al segundo siguiente, descendió sobre los shinobi de Suna y Konoha, con sus ojos amarillos brillando y sus fauces abiertas. Era algo más grande que un dragón de agua común...