ɪ ʟɪᴋᴇ ᴜ ☕︎ 𝗞𝗼𝗼𝗸𝗚𝗶

⊰ ִ ◌♡̷ᶤ ׄ ִִִ֢𓈒 ෂ𝖬𝖾𝗃𝗈𝗋 𝖺𝗆𝗂𝗀𝗈

𝘘𝘶𝘦𝘳𝘪𝘥𝘰 𝘠𝘰𝘰𝘯𝘎𝘪:

𝘚𝘦́ 𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘦 𝘴𝘦𝘯𝘵𝘪𝘳𝘢́𝘴 𝘦𝘹𝘵𝘳𝘢𝘯̃𝘢𝘥𝘰 𝘺 𝘤𝘰𝘯𝘧𝘶𝘯𝘥𝘪𝘥𝘰 𝘢𝘭 𝘭𝘦𝘦𝘳 𝘦𝘴𝘵𝘰 𝘱𝘦𝘳𝘰, 𝘯𝘰 𝘱𝘶𝘦𝘥𝘰 𝘴𝘦𝘨𝘶𝘪𝘳.
𝘚𝘪𝘨𝘶𝘦 𝘴𝘪𝘦𝘯𝘥𝘰 𝘵𝘶́, 𝘺 𝘴𝘪 𝘦𝘯 𝘰𝘵𝘳𝘢 𝘷𝘪𝘥𝘢 𝘴𝘦 𝘮𝘦 𝘱𝘦𝘳𝘮𝘪𝘵𝘦 𝘤𝘰𝘯𝘰𝘤𝘦𝘳𝘵𝘦 𝘥𝘦 𝘯𝘶𝘦𝘷𝘰, 𝘵𝘦 𝘢𝘮𝘢𝘳𝘦́ 𝘪𝘯𝘤𝘰𝘯𝘥𝘪𝘤𝘪𝘰𝘯𝘢𝘭𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘺 𝘯𝘰 𝘳𝘦𝘯𝘥𝘪𝘳𝘮𝘦 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘦𝘯 𝘦𝘴𝘵𝘢.
𝘛𝘳𝘢𝘣𝘢𝘫𝘦́ 𝘥𝘦𝘮𝘢𝘴𝘪𝘢𝘥𝘰 𝘥𝘶𝘳𝘰 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘮𝘪́ 𝘮𝘪𝘴𝘮𝘰 𝘰 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘮𝘪 𝘮𝘢𝘥𝘳𝘦 𝘺 𝘧𝘢𝘮𝘪𝘭𝘪𝘢.
𝘭𝘰 𝘴𝘪𝘦𝘯𝘵𝘰 𝘮𝘶𝘤𝘩𝘰.

𝑇𝑒 𝑞𝑢𝑖𝑒𝑟𝑒, 𝐻𝑜𝑠𝑒𝑜𝑘.

Y ahí se quedó atónito al leer tan pequeña pero dolorosa carta en la puerta de su casa.

Con sus manos temblorosas llamó de manera insistente al autor de tal carta de despedida, él solo esperaba que fuera parte de que se iba de Seúl.

No contestaba.

Fue corriendo por las calles en dirección a la casa de él, no importaba cuánto dolían sus pies, en su mente solo estaba centrado en Hoseok.

Estaba aterrado, preocupado.

Quedaba solo una cuadra ya de llegar, al fin estaba llegando pero con un gran dolor de piernas y pies; junto el sudor en su cabello y la respiración agitada.

La puerta estaba entreabierta, la verdad es que temía a ver lo peor no quería entrar y ver a su mejor amigo muerto.

Estaba más pálido de lo que ya era.

Su amigo estaba ahí, él estaba ahí, estaba colgado y una foto de él y su madre en el suelo.

YoonGi no evitó llorar de la desesperación tratando de cortar la cuerda que estaba atada a una parte del techo.

Era difícil cortar una soga tan gruesa, estaba desesperado, él no podía morir no ahora.

Lo logró, pero Hoseok no respiraba aún, su cuello tenía la marca de la soga era una línea morada y roja, llamó inmediatamente a la ambulancia con sollozos tratando de explicar lo sucedido.

Cuando al fin colgó el teléfono, este comenzó a toser como si no hubiera un mañana, había despertado.

Hoseok veía borroso, sentía como si hubiera tenido algún tipo de resaca horrible.

-¿YoonGi? -cuando comenzó a ver con claridad quedó sorprendido-¿También estás muerto? -su voz estaba algo rara.

YoonGi entre lágrimas rió y lo abrazó de inmediato.

-No seas imbécil, no tienes ni idea el susto que me hiciste pasar.

Hoseok al sentir tan sincero y cálido abrazo por parte del ajeno no evitó llorar, se sentía muy cansado y su única salida era esa.

-Lo siento. -murmuró el peliazul.

-No hables, aún no puedes, te hiciste mierda con la soga.

Las ambulancias comenzaron a sonar más cerca en señal de que ya habían llegado, YoonGi solo sintió alivio de que hayan llegado rápido para poder atenderlo.

Solo vió como se llevaron a su amigo que posiblemente internen, ambos cruzaron miradas.

YoonGi solo le dijo un tierno:

-Todo saldrá bien.