-Entonces, ¿esto se acabo?- Dijo Mitsuya con lágrimas en los ojos y con la voz cortada por el nudo en su garganta.
-¿Y qué esperabas? a estas alturas vivías mintiendome- La castaña ya no podía mantener las lágrimas, sus ojos picaban demasiado.
-Lo...
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-No es necesario todo esto Hime-chan- Baji veía como la fémina adornaba cada rincón de su habitación.
-Por supuesto que sí- Decía ella- Haremos la mejor fiesta de todas... Te mereces esto y mucho más, Kei-chan... Déjame consentirte un poco ¿Sí?- .
El escenario en dónde Yuki y Baji estaban, era un poco pequeño, una habitación en dónde había una cocina bastante pequeña, un futón y un armario junto con un pequeño mueble, el baño también era pequeño. Era el departamento de Baji.
Yuki lo primero que hizo ese 3 de noviembre de 2019 fue llamar a su querido amigo y cantarle el cumpleaños feliz, quería ser una de las primeras en felicitarlo. Ahora ella se encontraba con él en su departamento, habían almorzado juntos y la chica se encontraba terminando de decorar el lugar con unas temáticas de pequeños gatitos y de "feliz cumpleaños", una mezcla algo infantil.
-¿Mitsuya estará bien verdad?- Kazutora preguntaba preocupado.
-¿Por qué lo preguntas?- Ella no entendía el por qué de esa pregunta.
-Quiero decir, ¿No hay problema en que tú estés aquí y él allá en tu casa con el niño?-.
-¿Te preocupa el niño? Él estará bien, además llegarán en cualquier momento, no tienes de que preocuparte, recuerda que el cuidaba a sus hermanas en el pasado, sabe lo que hace- Ella sonrió con dulzura.
Luego de un rato escucharon el timbre, alguien estaba esperando afuera, Yuki fue a abrir y no se esperaba a encontrar a mucha gente.
-Vaya, no pensé que llegarían todos juntos, bienvenidos, Kei-chan está adentro- Yuki les dió la bienvenida a sus amigos, Kazutora, Draken, Chifuyu, Takemichi llegó junto con Hinata y finalmente centró su mirada en Mitsuya, su esposo que cargaba a su pequeño bebé de poco más de un año- ¿Cómo estuvo la mañana con este pequeño?- Preguntó ella mientras cargaba a su pequeño hijo.
-Qué te puedo decir, te extrañó... Te extrañamos- Mitsuya estaba levemente sonrojado, él con su pequeño hijo se pasaron toda la mañana juntos, claramente no era la primera vez que esto ocurría- ¿Cómo está Baji?-.
-Algo tenso, ya sabes cómo son las cosas, vamos adentro o más tenso se pondrá- Ambos soltaron una risita.
Al ambos adentrarse al pequeño hogar del pelinegro, vieron como Baji tenía una sonrisa algo tensa, Mitsuya fué a felicitarlo mientras que Yuki y su pequeño iban a la cocina que era dónde estaba Hinata acomodando la torta de cumpleaños en el refrigerador, luego ambas se acomodaron en el suelo junto a los demás.
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-Así que, el pequeñín ya dió sus primeros pasos, es increíble como pasa el tiempo- Dijo Chifuyu.
Todos se encontraban sentados en el piso, acomodados como podían, veían al más pequeño revolotear todo el lugar junto a Baji, el pequeño había tomado su manito y lo tenía viendo todo del lugar en dónde estaban, claro que Baji ya sabía lo que tenía, pero para el pequeño era la primera vez ahí.
