-Entonces, ¿esto se acabo?- Dijo Mitsuya con lágrimas en los ojos y con la voz cortada por el nudo en su garganta.
-¿Y qué esperabas? a estas alturas vivías mintiendome- La castaña ya no podía mantener las lágrimas, sus ojos picaban demasiado.
-Lo...
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-Siento que hay algo que no me estás diciendo, preciosa. Se que tenemos mucho de que hablar pero, te conozco bastante bien- dijo él preocupado.
-Takashi, ¿qué va a pasar ahora con nosotros?-.
Estaban bajando de la moto de Mitsuya, el destino de él era ir a su casa pues, estarían solos y necesitan poner las cartas sobre la mesa. Se debían esa conversación, no podían hacer como que nada pasó.
-Respetaré lo que decidas. Pero dime, se qué algo te pasa. ¿Pasó algo con Hiro?- ella negó con su cabeza- ¿La academia va bien? ¿qué tal la escuela?-.
-Está todo bien- aseguró.
-Sé cuando me mientes. Te conozco mejor de lo que tu te conoces. Anda ya, entremos. Mamá fué donde la abuela y no volveran hasta mañana.
Al momento de entrar, Yuki pudo sentir un calor en el pecho que no sentía desde... No sabía exactamente desde cuando.
-¿Quieres un té?- no sabía porque pero él se sentia nervioso, como si fuese la primera vez que ellos dos estuviesen solos en su casa, cosa que claramente ya habia pasado antes. Y él se preguntaba si eso era estar enamorado de vdd, ella le generaba unas mariposas en el estómago de tal inmensidad que creía que ya tenia un zoológico dentro, pero en esta situación, sentía que otra cosa pasaba en la vida de la castaña, algo que él no tenia ni idea.
-Te quiero a ti-.
Se miraron a los ojos sin decir nada, y Mitsuya supo que algo andaba mal y solo la abrazó. Sin decir nada y ella se permitió llorar en el pecho de él por lo que parecieron horas. Solo ellos dos, un momento tan íntimo creafo solo por ellos y para ellos. No supieron como ni cuando, pero cuando despertaron era muy de madrugada y estaban en la cama de él aun vestidos pero abrazados como solo ellos sabían abrazarse y tapados tambien, Yuki era friolenta.
-Creo que si quiero ese té- dijo ella dulcemente, él solo sonrió.
Mientras el preparaba el agua para el té, pensaba en como habían cambiado las cosas de un momento a otro. ¿Habrá sido distinto si desde el inicio le hubiese dicho a quien en ese entonces era su novia que formaba parte de una pandilla? por supuesto que no, quien era su suegro se lo tenia extremadamente prohibido y hablando de suegro, no tenia noticias de Akihiro desde hace dias y notaba a Yuki bastante más callada de lo normal, simplemente ató cabos y lo supo, algo había pasado en la familia Nanase.
Y ella, ella pensaba, sentada en la cama del que aún concideraba su novio, el como su vida dió un giro de cuatrocientos ochenta grados de un día para el otro, siendo que ella a pesar de todo sabía la verdad de lo que ocurría con sus amigos. El engaño de su padre fue lo que más la sorprendió, ella tenía todo bajo control, no los iba a delatar ni nada por el estilo, pero nunca pensó que él, su padre, su progenitor, quien le dio la vida estuviese al tanto de lo que hacían sus amigos y que aún así estuviese de acuerdo. Yuki no era una santa, pero tampoco estaba de acuerdo con que las pandillas anduvieran por ahí como si nada, ella sabía perfectamente lo que eso les ocasionada a los jóvenes, una mafia, a futuro se transformaban en mafiosos y claramente ella no quería eso para Mitsuya, ella quería que el estudiara y fuese a la universidad a estudiar diseño de modas o lo que fuese que le gustara porque, por supuesto, ella estaría con él y él con ella, juntos.
