¡𝗧𝗶𝗲𝗻𝗲 𝗳𝗶𝗻𝗮𝗹!
𝗗𝗲𝘀𝘁𝗶𝗻𝗲𝗱| "Ellos son más que mi banda, son mi familia"
Sarah Molina es una adolescente que amaba cantar.
Luke Patterson, un fantasma que lucha por sus sueños.
Sarah no tenía esperanza, y Luke era incapaz de perderla.
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—Sarah, tenemos que hablar. Julie, vete a tu cuarto —le ordenó, y ella así lo hizo, dejándonos solos en el porche de casa—. Así que, después de saltarte las clases y de haberte perdido un examen, ¿decides escaparte de tu habitación para ir al concierto al que te dije que no fueras? —me preguntó cabreado.
—Lo sé, y lo siento, pero te dije que ese concierto era muy importante para mí, y no me hiciste caso —le respondí.
—Sarah, ni siquiera sé por que has despedido a Trevor. Era buen manager, ¿no? —me preguntó algo perdido.
—Pero un mentiroso. Las canciones de su primer álbum se las robó a un amigo suyo que murió. Encontré las letras originales en el estudio de mamá —le expliqué y él suspiró en respuesta—. No quiero que mi manager sea alguien que se ha hecho famoso por el trabajo de alguien más.
—¿Por qué no me dijiste esto antes? —me preguntó casi dolido.
—No lo sé, supongo que no quería que rompieras tu amistad con él por mi carrera —respondí agachando la cabeza.
—Cariño, tú eres más importante que cualquier amigo que pudiera tener. Así que, sigo sin entender por qué no hablaste conmigo desde el principio. Ni siquiera me dijiste lo de la banda. ¿Qué está pasando, Sarah? —me preguntó preocupado.
—Papá, las últimas semanas han cambiado mi vida. Cuando toco música, me siento mucho más cerca de mamá. Y cuando estoy con Luke y le veo hablar de música, me recuerda tanto a la pasión que tenía mamá por ella —le expliqué con una sonrisa, acordándome de ella.
—Y me encanta eso, sabes que sí. Pero tu tía tiene razón. El colegio tiene que ir primero.
—Lo sé, pero sin la banda, nunca hubiese sido capaz de volver a los conciertos. Ellos tocaron conmigo cuando el mundo se me estaba cayendo encima, cuando creía que no era capaz.
—¿Lo hicieron? —preguntó sorprendido.
—Papá, creo que por fin le he perdido el miedo a volver a cantar. Creo que esto es lo mío.
—Bueno, sería un mal padre si te quitara eso. Mira, si vas a quedarte en esta banda, tienes que seguir haciéndolo bien en el colegio y tienes que mantenerme al corriente de todo —me dejó saber y asentí con la cabeza.
