𝐖𝐡𝐚𝐭 𝐚 𝐠𝐢𝐫𝐥 𝐢𝐬

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Los siguientes dos días fueron horribles, recibí mensajes y cartas insultándome. Diciendo que era culpa mía que la banda se hubiera separado.

Recibí mensajes del tipo:

"Normal que te dejaran, eres horrible"

"Sin ellos no eres nada, solo una adolescente patética más"

"¿Como podías creer que esos tres bombones se iba a quedar con alguien como tú?"

Y cosas que prefiero ni mencionar. La cosa es que apagué mi teléfono, y no volví a mirarlo. No podía, me estaba destruyendo. Pero lo peor no eran los comentarios, era que cada noche soñaba con Luke, y siempre soñaba lo mismo.

Éramos Luke y yo bailando la canción "Perfect harmony". Y ese vacío en el pecho se incrementaba cada vez que abría los ojos y recordaba que ellos ya no estaban conmigo.

Eso sí, no dejé de cantar. Ya que descubrí que cada vez que lo hacía, ese vacío en mi pecho disminuía, como si los chicos estuvieran ahí cada vez que lo hacía.

Me pasé todos los días encerrada en el estudio, no dejaba a nadie entrar y solamente salía para ir a dormir y poco más. Era verano, así que no tenía que ir a clase, cosa que agradecí.

Alguien tocó a la puerta del estudio, y por primera vez en dos semanas, me levanté para ver quién era. Al abrir la puerta vi a Carlos delante, cosa que no me esperaba.

—¿Puedo pasar? —me preguntó y me aparté dejándolo entrar.

Se sentó en el sofá en el que Luke se tumbó la primera vez que nos conocimos. Me senté a su lado y Carlos me miró.

—Siento mucho lo de los fantasmas.

Sí, Carlos sabía lo de los fantasmas. Lo descubrió antes del concierto en el Orfeón y después de que los chicos consiguieran deshacerse del sello, se lo confirmamos.

Iba a hablar pero Carlos me interrumpió.

—Pero no quiero que vuelva la Sarah que se pasa el día encerrada, sin hablar con nadie. Después de lo que le pasó a mamá, sentí que nunca ibas a volver a sonreír o a ser tú misma. Y no quiero volver a sentir eso, Sarah —mi corazón se rompió cuando dijo eso.

Después de la muerte de nuestra madre, había estado mal, pero no pensé que le hubiera afectado tanto.

—Y no solo lo sentí yo, papá, Mia e incluso Julie lo notaron. No queremos volver a perderte. Quiero a mi hermana mayor aquí —dijo y lo abracé.

—Estoy aquí, Carlos. Siento mucho que sintierais eso —dije antes de darle un beso en la cabeza.

Él me abrazó con fuerza y pude ver cómo una lágrima caía por su mejilla.

𝗗𝗲𝘀𝘁𝗶𝗻𝗲𝗱 ✓ ⭒ 𝗝𝗔𝗧𝗣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora