꧁𝑴Á̶𝑺 𝑨𝑳𝑳Á̶ 𝑫𝑬 𝑵𝑼𝑬𝑺𝑻𝑹𝑶𝑺 𝑹𝑬𝑰𝑵𝑶𝑺꧂ •[✓]•

🍀 ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ ᴅᴏs 🍀

Tragó grueso y suspiró, enfrentaría a su tío, por supuesto que sí, aquello que él quería no había sido la última voluntad de su madre, para nada, y él debía velar por que la última voluntad de su madre se llevara a cabo, debía unir a Avalon sin importar el costo que aquello tuviese.

Con una de sus manos empujó la puerta e ingresó a la corte de hadas, su tío lo observó con asombro y los demás presentes se limitaron a simplemente bajar la cabeza y guardar silencio.

—Kana, ¿qué ocurre? —preguntó Nerdoll. Kana parpadeó para alejar las lágrimas instaladas en sus ojos y acomodó su postura.

—N-No p-puedo permitirlo, su majestad. — Nerdoll frunció el ceño y enarcó una ceja.

—¿Permitir qué?

—Que sus intenciones sean llevadas a cabo, la reina no quería eso, la reina quiere la paz y la unión de Avalon. — Esta vez habló con más firmeza y seguridad, su madre le había dado aquella seguridad. —Y con todo respeto su majestad, me parece que es muy obvio que sus intenciones no son por la paz.

Nerdoll carraspeó, sus alas se tenzaron en el aire y su cuerpo se volvió rígido, guardó silencio un momento y luego sonrió.

—Bien, déjame explicarte, no creo que estos temas sean algo que tú comprendas, pero estoy seguro que los Silverbleeder han tenido algo que ver en la muerte de la reina. — Kana frunció el ceño y negó.

—¿Cómo puedes estar tan seguro de eso si ni siquiera los conoces? —

—¿Y tú sí?, ¿tú si los conoces? — De inmediato Kana recordó al hada que había visto la ocasión anterior, ahogó una sonrisa y negó. —¿Ves?, deja esto en manos de las hadas adultas y tú solo encárgate de cuidar de tí, hazme ese favor, ¿quieres? —Hizo una seña a los demás presentes y tomando a Kana de los hombros, comenzó a dirigirlo hacia la salida. —Así que tranquilo y deja todo en mis manos ¿ok?, bien. — Sin permitirle responder, Nerdoll palméo una de sus mejillas y cerró la puerta.

Kana bufó y se dirigió a su cuarto, tomó una bolsa hecha de hojas grandes y comenzó a guardar sus provisiones.

—Estás muy equivocado si crees que dejaré que te salgas con la tuya, tío.

—¿Y a dónde vamos? — Kana se sobresaltó al escuchar a Jong Suk, se giró en dirección a la puerta y observó a sus dos amigos.

—¿Vamos? —preguntó.

—Claro, ¿crees que te dejaríamos ir solo? —dijo Dafne

—Y perdernos de la aventura —agregó Jong Suk.

—Jamás —responde Dafne. Los tres sonrieron.

—Así que, ¿a dónde vamos? —preguntó Jong Suk.