꧁𝑴Á̶𝑺 𝑨𝑳𝑳Á̶ 𝑫𝑬 𝑵𝑼𝑬𝑺𝑻𝑹𝑶𝑺 𝑹𝑬𝑰𝑵𝑶𝑺꧂ •[✓]•

🍀 ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ ᴜɴᴏ 🍀

—¡Mew! — El nombrado se giró junto a Cracker.

—Lee, ¿qué ocurre? —preguntó, frunciendo el ceño.

—T-Tu padre — La expresión en el rostro de Mew, cambió instantáneamente.

En ese mismo instante se aproximó D'Aliza en su colibrí, Mew y Lee se miraron mutuamente, a juzgar por la expresión de la pequeña y por la precisión con la que se aproximaba, solo podía significar una cosa: malas noticias.

—Jóven, Mew —dijo, con su tierna voz.

—D'Aliza, — Cracker corrió por la pierna y el brazo izquierdo de Mew, y se ubicó en el hombro de éste —¿qué ocurre?, ¿a qué se debe tu prisa? — La pequeña hada miró a Lee, y luego a Ondina

—Me temo que son malas noticias, príncipe — Mew abrió grandemente sus ojos.

—N-No... — Cracker dio un pequeño chillido —¿desde cuándo? —Miró a Lee, este inclinó su rostro.

—Ayer — Lee Resopló. Ondina miró a D'Aliza, comprendiendo lo que significaba aquella mirada, la pequeña hada presionó una de las plumas del colibrí, derramó una lágrima.

—Morirá en tres horas —Sollozó.

Mew sintió su corazón estrujarse y corrió, corrió alrededor de un kilómetro y luego voló, comenzó a llover y sin importarle aquello, continuó volando. Lee gritaba detrás de él, D'Aliza volaba al lado de Lee y Cracker volaba al costado izquierdo de Ondina.

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—¡Padre! — Mew cayó de golpe a unos cuantos metros de la puerta del palacio. Sus alas estaban lo suficientemente mojadas, como para continuar volando.

Un frondoso árbol de Roble, con su tronco inmensamente ancho, era su hogar, su palacio, una de sus raíces tenía las escaleras, más de seis ventanas adornaban el hermoso roble. En la copa de este árbol, se encontraban los guardias reales de Silverbleeder, todos estos formaban una linda danza alrededor del enorme roble.