El inicio, una oportunidad

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Me encontraba haciendo mi ronda, un empleado de mantenimiento había tirado aceite, el cual es muy difícil de quitar, después de mi descanso para comer me fui a limpiarlo

Constantemente revisaba la hora, era importante saber qué hora era...

En eso escuché un estallido, la alarma roja sonó, inmediatamente el aire se calentó

Corrí por mi vida, pero no hay lugar seguro cuando trabajas en una planta de combustión nuclear...

Después de unos segundos de correr vi al final del pasillo una explosión que se dirigía en mi dirección, di la vuelta para huir pero fue imposible

Las brasas me dieron y comencé a agonizar en el suelo con dolor

No tenía ni fuerzas para gritar, todo se volvió negro y ya no hubo otra cosa...

¡Casi me atragantó por el susto!

Revise el reloj, eran las 9:45 de la mañana...

En dos horas este lugar explotaría...

No podía avisarle a nadie de este suceso, me tildarían de loco y me meterían a un manicomio...

Decidí ir a oficina de recursos humanos y renunciar, así saldría ileso de la catástrofe que se avecinaba...

Fui directo para allá

- Buenos días Eduardo - dijo la señorita Flor, una mujer que llevaba puesta ropa formal y que era muy amable con todos

- Buenos días - respondí

- ¿A qué debo tu visita? - cuestionó con curiosidad

- He venido a renunciar - respondí de inmediato

- ¿Cómo? - inquirió ella muy sorprendida

- Que he venido a renunciar - volví a decir

- Pero esto es muy repentino, ¿hay alguna razón?

Había repasado esto un millón de veces, tenía bastantes razones, desde el momento que me contrataron para trabajar aquí, para renunciar, no lo hacía debido a que en mi casa apenas nos alcanza para cubrir los gastos del mes al mes, pero ya que apreció mi vida más que mi trabajo, las enumerare todas

- Son diversos factores, muchos de mis compañeros, al yo ser novato, siempre me dejan las labores más agotadoras: si no es limpiar las manchas de aceite, resulta que es barrer el polvo de la habitación trasera

- ¡Pero limpiar ese lugar es imposible! - declaró la señorita Lulu

- No si permaneces ahí el resto del turno limpiando todo el humo contaminante, siempre me asignan una vez a la semana ese lugar

- Hablaré con tu jefe, eso es un abuso

- Esa no es la única cuestión: de todos los de aquí yo soy el que peor situación económica tiene y todos tienden a menospreciarme por eso

- Eso no es cierto Eduardo

- ¡Por favor!, usted cada que yo salgo activa la función de desinfección automática, no crea que no me di cuenta

- Pero joven Eduardo, sin el apoyo de usted será más difícil que nuestra fabrica cumpla con los estándares de limpieza adecuados

- Pero las condiciones en las que trabajo son deplorables - declaré

- Hablare con su jefe para que no le asigne trabajos tan inhumanos, pero por favor... No abandone la empresa, nuestra fabrica estuvo a poco de ser clausurada hasta que usted llego

La cobra EduardoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora