- Sabias que el cabello de una chica es su vida?-. Jennie caminaba en círculos rodeando a una chica de ojos azules y congestionados por las lagrimas. Se abrazaba a si misma tratando de parar el intenso dolor en su pecho, producto de unas cuantas patadas de ira. La menor sonreía con malicia sosteniendo entere sus manos largos y sedosos mechones rubios. Nayeon no paraba de llorar, le había cortado todo el cabello, con esas mismas tijeras le hizo un corte en el brazo. No era un corte mortal pero dolía, así como su pecho. A la rubia le dolía mas el echo de ser tan débil ante esa mocosa castaña que entre risas la dejo así.
- Quien va a pensar que eres hermosa ahora Nayeon?- Pregunto dejando caer el cabello sobre el rostro de la mayor. Seguía sollozando sin mirarla.
- B..basta por favor. Ya dije que lo siento..
- Lo sientes…- Repitió Jennie bajando la cabeza- Que es lo que sientes?.- Siento haber m..molestado a Manoban, s. Siento haberla amenazado.- Nayeon levanto la mirada y vio a la menor cruzarse de brazos.
- Eso es todo?- Interrogo con una voz grave y con un toque siniestro que erizo la piel de Nayeon.
- Si…Déjame ya te lo pido! Nnnaaaah!-. La rubia se arqueo de dolor al sentir otra de esas patadas que le quitaban el aire, directamente en las costillas. Jennie se reía frenéticamente mirando el oscuro cielo de la noche en ese descampado detrás de la casa de Nayeon, a quien arrastro hasta allí amenazándola con esas tijeras. La pequeña paro de reír cambiando a una expresión seria.
-Lisa le pertenece a Jennie, repítelo.- Ordeno con frialdad. La chica la miro asqueada entre lagrimas lo repitió.
- No diré nada a nadie sobre lo que sé, repítelo.- Nuevamente Nayeon obedeció con un leve temblor de labios dijo la frase.
- Jamás volveré a acercarme a Lisa, repítelo.- Esta vez la rubia balbuceó las palabras cubriéndose el rostro invadida por el dolor físico y esa profunda tristeza. Odiaba a Jennie Kim, la odiaba con todas sus fuerzas y le temía, porque la chiquilla estaba muy mal de la cabeza. Jennie arreglo su cabello y la miro con una sonrisa de lado. Guardo las tijeras en el bolsillo de su chaqueta Roja y con un gesto de la mano se despidió de Nayeon.
- Buenas noches Nayeon, espero no tener que explicarte las cosas una segunda vez…
- Yaaa!-. Exclamó Jennie que estaba recibiendo una lluvia de cosquillas por parte de una sonriente Lisa. Ambas reían tendidas sobre el sofá en casa de la menor, cuando la típica película de domingo por la tarde había terminado. Suspirando Jennie se acomodo sobre su novia, cerrando sus ojos Llenando su alma de paz, esa paz que solo sentía cuando estaban juntas. Lisa la miraba con dulzura acariciándole la mejilla. Estar así le recordaba a su infancia, cuando Lisa de nueve años y Jennie de ocho, se escondían juntas debajo de la cama y se acariciaban con inocencia intercambiando algunos “te quiero”, “eres mi mejor amiga”, “no te vayas nunca”, “algún día serás mi esposa”… Si, Jennie dijo eso hace años y lo seguía diciendo ya como mujercita. Ese amor secreto tenia mucho tiempo, una unión tan fuerte que parecía imposible que dos chicas pudieran quererse así.
Los celos de Jennie también eran legendarios. Una vez había arrojado los lentes de su primo por la ventana a la calle solo por decirle a Lisa “tienes un bonito cabello” . Luego lo empujo, se burlo de su caída y le advirtió que se alejara de su Lisa . Años después Jennie dijo que su primo “ le tenia ganas”. Lisa se rio en voz alta. Para Jennie cualquier ser que respire y camine “le tenia ganas”.
- De que te ríes?- pregunto con una sonrisita.
- De nada mi amor- Le beso la nariz sonrojando a la pequeña.
- Me gusta. Cuando me dices mi amor-. Confeso Jennie haciendo mas grande su sonrisa. Lisa la estrecho mas contra su cuerpo, sujetándola por las caderas. Beso suave el delicado cuello de su amada, dándole también una lamida.
- Tu me gustas, mi amor-. La voz sensual de Lisa recorrió todo su cuerpo con un excitante escalofrío. Lograba motivarla con tan solo una caricia, para que Jennie se volviera una “niña mala”. Coló sus manos por debajo de la blusa sin mangas de la mayor, tocándole despacio los senos, apretándolos levemente. Lisa sonrojada siguió su recorrido por el cuello de Jennie, rozando sus labios y mordiendo cerca de su oreja. Amaba ese suave perfume de su piel, la hacia perder la noción de todo, solo existían ellas, nadie mas.
Jennie termino por levantarle la blusa para sentir con mayor libertad , apretando un poco sus pezones. Lisa gimió suavemente en su oído. La castaña disfrutaba cuando su novia gemía, la Llenaban de goce.
Timbre.
El sonido separo a las amantes que intercambiaron una mirada nerviosa con sus caritas sonrojadas. Lisa se acomodo la blusa sentándose en el sofá, arreglándose el escote. Por su parte Jennie toqueteaba su cabello comprobando que este bien. Se acerco a la puerta en un trote y antes de abrir miro a Lisa, quien le lanzo un beso al aire. La menos sonrió con un presente rubor y abrió la puerta.
- Hola Hola Jennie!-. Dijeron al mismo tiempo Jisoo y Jimin. Al reconocer las voces de los amigos de su chica, Lisa se puso de pie para ir a saludar.
- Hola! Que los trae por aquí?- pregunto Jennie alegremente.
- Veníamos a pedirte un favor-. Dijo Jimin.
- Mañana no iremos a clases, tenemos visita familiar, te importaría entregarle nuestros reportes al profe de química?-. Jisoo le extendió las dos hojas a su amiga que las tomo sonriendo.
- Claro!.
Lisa se puso junto a ella saludando a los gemelos. Si recibió un saludo de Jisoo, pero no de su hermano, que miraba a la mas grande con asombro. En realidad, miraba los pechos de ésta, sus pezones seguían un poco marcados, Jimin no pudo evitar sonreír embobado sin despegar la vista de ese paisaje. El chiquillo era un pervertido después de todo. Lisa desvió la mirada molesta. Este acto fue captado por Jennie, que recién acababa de darse cuenta de esa mirada indiscreta de su amigo en el cuerpo de su novia.
- Tu…- Murmuró Jennie con un tono áspero ganándose la mirada de todos. Jimin le miro intrigado ya que le estaba hablando a él.
- Vete antes de que te parta la boca con un fierro y llévate tu reporte si no quieres que te lo haga tragar, maldito baboso- . Jennie arrojó la hoja a sus pies, con una oscuridad en sus ojos. El chico levantó una ceja y rio moviendo los hombros divertido.
- Vaya Jennie! Si hasta me diste miedo y todo! Buena esa.- Jimin se reía y su gemela también, creían que era una buena actuación. Lisa por su lado, la miraba sintiendo un extraño temor y otra vez se preguntó si lo diría de verdad.
- Estúpido, vete ya.- Le dijo en tono autoritario. El joven hizo una mueca y miro a Jisoo, esta asintió en silencio con cara de susto y Jimin enfadado se agacho a recoger la hoja. Fue en una fracción de segundos cuando sintió un agudo dolor en la nuca, abrió la boca pero no dijo nada. El dolor se intensificaba y Jennie, todavía haciendo fuerza con las uñas sobre la piel de su compañero hablo con la voz casi apagada, pero los presentes la oyeron.
- Lisa es mía, no vuelvas a mirarla así.
ESTÁS LEYENDO
Mi Propiedad
Short StoryTenía que demostrarle que le pertenecia. Era suya y siempre lo seria. ADVERTENCIA: muerte de personajes