━━ 𝟢𝟢𝟧: 𝗚𝗥𝗔𝗖𝗜𝗔𝗦

2K 337 388
                                    

𝓙un no entendía en absoluto lo que le estaba pasando

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

𝓙un no entendía en absoluto lo que le estaba pasando. Se sentía como si le hubieran dado un golpe de lo mareada que se encontraba; pero aquello no era más que por un simple cúmulo de emociones sin sentido que se habían instalado en su pecho y que se negaban a marcharse cada vez que su mirada gris se topaba con aquellos dígitos numéricos que Wakasa, el Leopardo Blanco, le había escrito exclusivamente a ella en una hoja de ejercicios matemáticos.

Podría parecer estúpido, y Jun quizás se considerara estúpida en aquel momento, pero no tenía la valentía suficiente como para escribirle un mensaje o algo a Wakasa después de agendarle. Y Jun se consideraba a sí misma una chica valiente; incluso era ella la que, cuando pedían comida a domicilio, hablaba por teléfono porque a Ryu le daba vergüenza a pesar de ser el mayor. Jun tenía unos nervios de acero, trabajaba bien bajo presión y siempre sabía lo que contestar a las cosas o como reaccionar ante una determinada situación.

Pero, por alguna razón, sentía su corazón acelerarse cuando pensaba en preguntarle a aquel chico por mensaje el porqué le había dado su número de teléfono. Además, sus manos temblaban levemente y ni siquiera sabía qué decir o como reaccionaría al día siguiente, que resultaba ser viernes, cuando le volviera a ver en clase.

—Junnie, ¿qué te pasa?— preguntó su abuelo cuando vio como la nombrada jugaba con los palillos en vez de llevarse la comida a la boca durante la cena. —Tienes la mirada perdida, me das un poco de miedo.

—Oh, no es nada.— intentó sonreír Jun, aunque tenía un nudo en el estómago por alguna razón. —Es solo que estoy pensando en como me ha ido en la audición, y en si tengo posibilidades para entrar...

—¡Eso es seguro, cielo!— aportó su abuela con alegría. —Y si te rechazan, es que son demasiado ignorantes porque han dejado pasar a alguien con tanto talento como tú.— Jun rio suavemente.

—Me vas a hacer ponerme roja y creerme más buena de lo que soy.— Bromeó la joven.

—Pues créetelo, porque eres más buena incluso de lo que piensas.— el sonido de la puerta principal interrumpió la frase de su abuelo, y poco después, Ryu apareció ante ellos. —¿Se puede saber que son estas horas de llegar?— regañó. —Estábamos a punto de llamar a la policía de lo preocupados que estábamos.— Dramatizó de una manera demasiado cómica.

—Estaba conociendo a mis compañeros de trabajo, abuelo.— contestó el hombre. —Me han invitado a tomar unas copas después del curro, ya sabes. Lo típico que hacen.

—Eso es bueno, hijo.— sonrió la abuela. —Seguro que te va bien, y no hagas caso al idiota de tu abuelo. No estaba preocupado, se estaba zampando la cena como si no hubiera un mañana.

Jun entrecerró sus ojos, mirando detenidamente a su hermano. Entonces, sus ojos grises se encontraron con su cuello, y con las marcas rojas que había en éste; aunque al parecer para sus abuelos habían pasado desapercibidas, seguramente porque necesitaban gafas, porque eran bastante cantosas. La joven trató de esconder la sonrisa que crecía en sus labios cuando ella y Ryu compartieron miradas, y él tragó saliva en seco mientras trataba disimuladamente de taparse el cuello con la parte superior de su chaqueta.

𝐅𝐈𝐑𝐒𝐓 𝐋𝐎𝐕𝐄 ━━ 𝖨𝗆𝖺𝗎𝗌𝗁𝗂 𝖶𝖺𝗄𝖺𝗌𝖺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora