━━ 𝟢𝟣𝟣: 𝗦𝗢𝗡𝗔𝗧𝗔 𝗠𝗘𝗟𝗔𝗡𝗖𝗢́𝗟𝗜𝗖𝗔

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𝓙un abrió y cerró sus manos, tratando de que sus dedos dejaran de estar entumecidos

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𝓙un abrió y cerró sus manos, tratando de que sus dedos dejaran de estar entumecidos. Ningún sonido logró perturbar su concentración, y eso es algo que agradeció infinitamente. Abrió los ojos, pues los mantenía cerrados, y fijó su mirada grisácea en las teclas carbón y marfil que tenía delante suya.

Se sintió preparada para tocar el piano una vez más, encontrándose con él siempre que estaba perdida y necesitaba sacarse de dentro todo aquello que sentía y no entendía en absoluto. Pero, cuando las yemas de sus dedos rozaron el frío de las teclas, no se atrevió a tocar ni una mísera nota.

Su mente se llenó de pensamientos que había tratado de ignorar hasta aquel mismo momento. La concentración que había mantenido hasta ahora se fue al garete, y su cabeza comenzó a trabajar a mil por hora rememorando lo que había sucedido. Sus manos temblaron, volvió apretar los dedos pero, por mucho que quisiera, no dejaría de temblar.

Al menos, no hasta que pudiera sacarse a Wakasa de la cabeza.

—Sal de aquí —imploró Jun, cerrando los ojos fuertemente y apoyando su frente en las teclas, haciendo que sonara un revoltijo molesto de sonidos—. No puedo parar de pensar en ti.

Pensaba en sus ojos violáceos, sus sonrisas y el sonido de su risa. También el como sonaba su voz entonando una tonta melodía, o lo suave que era su tacto cada vez que la abrazaba por los hombros de manera cariñosa. Y, a todo aquello, se había sumado la sensación de besarle. El como sentía una presión demasiado placentera en su boca, o el como le había hecho sentir un mero acto de tocar labios.

Jun abrió los ojos y se enderezó cuando alguien le tocó el hombro, y trató de sonreírle a su hermana Miya antes de que ella le hablara mediante lenguaje de señas.

—«¿Qué te pasa?» —inquirió la pequeña con el ceño fruncido.

—«Nada, es sólo que tengo muchas cosas en la cabeza —contestó Jun—. No te preocupes».

—«Siempre me preocupo por ti —rechistó Miya—. Si te pasa algo... Me lo puedes contar. Sé que has fingido estar resfriada para no ir a clase hoy».

—«Eso es porque tenía pereza y un examen de historia para el cual no he estudiado».

Jun nunca había hablado de sus emociones, así que, no se encontraba cómoda hablando abiertamente de que había besado a Wakasa, que había sentido algo que no entendía y que embotaba sus sentidos. Mucho menos, admitiría delante de alguien consciente que creía que se estaba enamorando.

Porque Jun tenía un miedo irremediable al amor.

También detestaba mentir, y mucho más ser cobarde. Pero, aquel día, no había reunido la valentía suficiente para presentarse en clase, devolverle el mp3 a Wakasa y decirle algo; ya fuera de la canción que la había dedicado o el beso que habían tenido.

Así que, se acordó del truco que Ryu le había enseñado siendo pequeños: poner el termómetro en una bombilla caliente y esperar a que subiera a una temperatura considerable para así, fingir que estaba enferma y quedarse en casa cuando se suponía que debería de estar estudiando.

𝐅𝐈𝐑𝐒𝐓 𝐋𝐎𝐕𝐄 ━━ 𝖨𝗆𝖺𝗎𝗌𝗁𝗂 𝖶𝖺𝗄𝖺𝗌𝖺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora