━━ 𝟢𝟢𝟫: 𝗖𝗢𝗥𝗔𝗭𝗢́𝗡 𝗥𝗢𝗧𝗢

1.5K 229 276
                                    

𝓡yu, aquella mañana, parecía sumamente nervioso

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

𝓡yu, aquella mañana, parecía sumamente nervioso. Jun le miraba de reojo el como apretaba más de lo normal el volante, o como sus ojos recorrían toda la carretera como un poseso. Así que, suspiró y se quitó los auriculares para hablar con él, escuchando de fondo los suaves ronquidos de Miya, como de costumbre, dormida en la parte trasera del coche.

—¿Se puede saber qué mosca te ha picado a ti hoy? —preguntó Jun— Pareces tan nervioso como un adolescente a punto de tener su primera cita. Y si mal no recuerdo, has tenido ya treinta y dos citas.

—¿Tantas? —se sorprendió él— Te lo has inventado.

—Llevo el contador de tus amoríos —aseguró ella—. ¿Qué te pasa? ¿Es por algo del trabajo?

—No, eso no. Bueno, en parte —soltó una pequeña risa nerviosa—. Es que, hablé con los abuelos y me han estado aconsejando eso de volver a estudiar algo; saben que me gustaría estudiar bellas artes.

—Y ahora estás indeciso, ¿no? Por si acaso no te gusta o te aburres, como ya te ha pasado —Ryu asintió—. Bueno, en ese caso te diré que si no te arriesgas, no lo sabrás nunca. Es mejor que pruebes, y si no resulta ser, podrás tirar por otro camino. Pero, no puedes quedarte pensando en lo que pudo ser y no resultó.

—No estoy solo nervioso por eso —confesó él—. Esta tarde tengo planeado declararme a Yoriko.

—¿Ah, sí? ¿Y has hecho algo especial?

—He preparado una cita —contestó—. Espero que todo salga como lo tengo planeado en mi cabeza, de verdad —sonrió—. En mi mente, ya estoy casado con ella y tenemos dos hijas.

—Ni se te ocurra, soy muy joven para ser tía —reprendió Jun con un escalofrío—. Tuve que aguantar los llantos de Miya cuando era pequeña, así que, no voy a soportar los de tus feos hijos.

—Serás una tía malísima.

—No —contradijo—. Seré la típica que te pondrá a los niños en contra y, la primera palabra que diga, será un insulto para ti.

Miya se bajó en su parada reglamentaria, prometiendo que no se iría sola a casa porque Jun todavía tenía cierto miedo de que le pasara algo parecido a la última vez; y unos tontos la atacaran con la excusa de robarle el poco dinero que traía encima para comprar golosinas.

La primera clase de Jun aquel día sería educación física, y ya estaba sufriendo por tener que correr durante veinte minutos sin parar en una pista donde hacía demasiado frío. Se dijo a sí misma que podría fingir estar enferma para no hacer ejercicio, o ya ni siquiera aparecer y quedarse en la azotea dónde se había encontrado con Wakasa unas cuantas veces.

Pero, como ya había faltado en varias ocasiones con el mismo chico, se dijo que lo último que necesitaba era que los docentes llamaran a sus abuelos por las faltas. Así que, se armó de valentía y se mintió diciendo que no era tan molesto el correr a primera hora de la mañana con el estómago casi vacío y con dos grados de temperatura.

𝐅𝐈𝐑𝐒𝐓 𝐋𝐎𝐕𝐄 ━━ 𝖨𝗆𝖺𝗎𝗌𝗁𝗂 𝖶𝖺𝗄𝖺𝗌𝖺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora