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—A C T O T R E S—
Que empiece la carnicería.
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Reformatorio Saint Estes California, 1996
Un Cletus Kasady se encontraba jugando con una pequeña cuerda entre sus manos.
—¡LUCES!—Gritó un oficial.
La iluminación cesó, reinando ahora la oscuridad, la luz de la luna siendo el pequeño apoyo para los cautivos en el lugar.
—Cletus, ¿estás ahí?—Preguntó una voz femenina al pelirrojo.
—Mi Ángel—Musitó con alegría y amor—Te tengo un regalo—Comentó entusiasmado por su reacción.
Por una tubería que se encontraba a su lado, paso un pequeño anillo que él había diseñado con la cuerda, siendo tomado por una chica de test morena y cabellos trenzados.
—¿Qué te dijo el doctor?—Preguntó curioso luego de escuchar la emoción en la fémina de largos cabellos.
—Qué mi mutación está avanzando—Respondió soltando una lágrima—Mi poder ha crecido. Cletus, tengo mucho miedo—Agregó acomodando el anillo en su dedo anular.
—No, todo va a estar bien—Interrumpió en un intento de brindarle calma.
—Van a venir para llevarme—Prosiguió entre sollozos—Van a venir para llevarme a otra parte. Donde hay otros como yo.
—No pueden hacerlo—Dijo entre dientes—No pueden separarte de mi. Eres mi única fuente de luz—Agregó con furia.
—¡Te amaré siempre!—Comentó mientras unos oficiales la tomaban por sus brazos y le hacían salir del lugar.
