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—C H A P T E R N I N E—
Sacrificio.
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Venom comenzó a escalar precipitadamente por la parte exterior de la enorme Catedral con algo de dificultad, pues la batalla había sido dura y los constantes golpes bruscos de Carnage habían dificultado las cosas, pese a todo eso, se mantenía fuerte, pues quería salvar al par de féminas que se encontraban en riesgo. Tomando un largo tubo metálico como arma de defensa continuó ascendiendo; la luz emanante de un helicóptero que volaba sobre la zona, golpeó contra él iluminando su cuerpo en el proceso.
Carnage, con el dúo de féminas entre sus tentáculos carmesí, observó a Anne, quien intentaba gritar en búsqueda de auxilio, pero que fallaba radicalmente debido a que aún tenía un trapo cubriendo su boca.
El simbionte rojizo acercó su boca al rostro de Anne con el fin de tener un aperitivo humano más que saciara su hambre, pero Venom se lanzó hacia él enterrando la barra metálica en su rostro por lo que el simbionte rojizo gruñó por lo alto como reacción a su dolor y lanzó al dúo por los aires sin cuidado alguno.
Venom se lanzó con rapidez en al aire atrapándolas exitosamente, pero Carnage, en su ira, rasgó la pierna del simbionte y después encajó un tentáculo en su hombro, haciéndole gritar.
Carnage lanzó al trío contra una ventana de cristal a lo que Venom giró sobre sí mismo recibiendo todo el impacto del golpe con la intención de evitar que ambas se lastimaran.
—Aquí sólo reina Carnage—Habló el simbionte con superioridad.
En el fondo de la plataforma en la cima de la Catedral, Venom sostenía con su mano derecha a Anne y con la izquierda a la castaña, quien presentaba una fuerte punzada en su cabeza.
Un tentáculo rodeó el cuello de Venom a la vez que otros traspasaban su cuerpo violentamente como múltiples agujas penetrantes. Anne agachó la cabeza al igual que la castaña para no contemplar la brutal y desquiciada escena.
