Pesadilla© (Borrador)

Cap 2

Me quedé un rato con los ojos abiertos pensando en el día que salí del hospital mientras Alfredo me abrazaba

1 año atrás...

Luego que me dieron el alta decidimos viajar a otro país, según Alfredo solo estabamos allí en New york de vacaciones, celebrando nuestro primer aniversario y así fue como volvímos a Puerto Rico.

La verdad era que moría de miedo, no reconocía a nadie, pero nunca llegó nadie a visitarme al hospital, por lo que no me quedó de otra que irme con él, bueno era eso o quedarme en la calle y en el estado que me encontraba no quería arriegarme a morir... lo sé que dramática pero si hubieran visto como quedé me entenderían. Tenía cortaduras por todo el cuerpo, tres costillas rotas, un brazo enyesado y una, no muy bella, cicatriz más arriba de la frente que todavía necesitaba cuidados, y con qué pagaría las medicinas? además no creo que el doctor me fuera a mentir con lo de mi esposo, o si? Ah que por cierto el doctor se llamaba Luis Mario por si después se me olvida.

Llegamos a una casa enorme, de dos plantas que se encontraba en el campo, como a 2 horas de la civilización, en la entrada un portón eléctrico bastante alto tenía grabado en él Fam. DC&E, asumí que eran las iniciales de nuestros apellidos por lo que no le di mucha importancia. Luego del portón un camino en tierra, que a ambos lados estaba lleno de flores violetas y azul turquesa, nos llevo a la entrada de la enorme casa que más bien parecía una mansión y allí una vez instalados él no se despegó de mí, hasta que me acostumbre al lugar, durante ese tiempo me enseñó los caminos que debía tomar si necesitaba llegar al pueblo a comprar cosas. Luego que me quitaran el yeso y me dijeran que podía hacer todo en cuanto a una persona normal, Alfredo me enseñó a conducir el auto y con mucha pero mucha paciencia y amor al cabo de unos meses ya me sentía como en casa y recuperada al máximo.

Alfredo es muy romántico, todos los días después que comenzó a trabajar, llegaba a la hora del almuerzo a acompañarme y cuando volvía en la noche siempre me traía una rosa de mezcla violeta con azul turquesa, deduje que era mi color favorito ya que siempre me daba el mismo color, además que era hermosa y me encantaba, al entregarmela me llenaba la cara y el cuello de besos una y otra vez haciendome cosquillas, me rodeaba la cintura y luego de su maravilloso ataque de besos me miraba fijo a los ojos y me decía:

- Eres la mujer más hermosa del mundo, amo tu sonrisa y te Amo tanto que no imagino la vida sin tí -para seguido darme un beso en los labios de eso que te roban el aliento y te dejan queriendo más.

Hasta ese día no habíamos tenido intimidad, él respetaba el que yo no me sintiera preparada y eso me encantaba de él. Y así se fue repitiendo el mismo patrón...

Ya llevaba 8 meses en la casa, aprendí a sembrar plantas y a cosinar con la ayuda de María, una de las sirvientes de la casa y Carmen, entre otras, me enseñaron como ayudar con la limpieza de la casa ya que no me gustaba ver como ellas hacían todo cuando yo les podía ayudar... que más daba si no tenía otra cosa que hacer. En las mañanas salía a correr por los alrededores de la casa, hasta que no sentía aire en mis pulmones y cuando ya no tenía más que hacer buscaba en mi celular, la aplicación Wattpad, con la que descubrí que amaba leer, la tenía gracias a otra de las niñas que ayudaba en la limpieza creo que era nieta de Carmen se llamaba Génesis, es hermosa, delgada, de piel, ojos y pelo color chocolate y si le quitamos el uniforme de sirvienta y le ponemos ropa de diseñador parece toda una modelo, tiene un leve aire de altivez pero es simpática, soñadora y me divierte mucho con sus ocurrencias, ella me había bajado muchas historias y de todas ya tenía mis favoritas, pero shhh no se las diré después las otras escritoras se me ponen celosas (guiño de ojo), pero lo que importa es que con ellas me río y lloro hasta que el cansancio me vence y me quedaba en la cama a tomar una pequeña siesta...