Parte 1
Y aquí estábamos, haciendo la pequeña fila, para anotar nuestros nombres, en el registro del local y por fín poder entrar a la fiesta. El silencio en el carro había sido ensordecedor, pero igual ninguno dijo nada en todo el camino. Alfredo en ningún momento soltó mi mano, aunque a veces la apretaba con tanta fuerza, que pensaba que me dejaría, hechos polvo, mis pobres huesitos.
La música se filtra a través de la puertas de entrada y los gritos de euforia de las personas, al reencontrarse, se hacen notar por encima de ésta. El lugar se ve abarrotado.
Aquí en la entrada está algo oscuro, ¿quizás por eso nadie nos reconocía de la primera? Lo único bien iluminado era la mesa, donde se encontraban dos chicas exageradamente maquilladas, con escotes, que las hacían lucir realmente vulgares; éstas recogían las invitaciones y te indicaban donde firmar, para luego entregarte una pegatina blanca donde, ellas con un marcador ancho de color negro, escriben tu nombre y apellido y lo pegan al lado izquierdo de tu pecho- imagino que esto lo hacen para asegurarse que nadie pueda confundirse y así evitar pasar alguna verguenza <<gracias a Dios y bendita de quién fue la idea, por que sería super humillante, realmente no reconocer ni a una sola persona, como lo es en mi caso>>
- Esperame aquí, yo voy y nos registro- indicó Alfredo sacandome a un lado de la fila, cuando ya estábamos a punto de llegar... <<¡pero que rayos le pasaba ahora! cualquiera diría que no me quería cerca de él>> aún así disimule y mantuve la compostura
- Pero, ¿no tengo que firmar yo?- pregunté algo confundida, porque la verdad es que todos estaban firmando; no debía ser yo la excepción
- No te preocupes, esperame allá en la entrada...- señaló otra esquina, más oscura aún cerca de la entrada, que me hizo poner la piel de gallina- ...yo conozco a las chicas que están en el registro, no te preocupes por nada... anda ve, no me hagas repetirme- me mordi la lengua, me separé y caminé a donde él me decía mientras sentía el coraje bullir en mi interior.
Lo vi coquetear y sonreír, como todo un Don Juan, con las payasas esas; sentí unas ganas inmensas de agarrarlas de los pelos y arrastrarlas por el piso, pero lo curioso era que, está sensación, no era por que sintiera celos, no! más bien era por coraje... Coraje porque, si lo que él quería era venir a ligar con otras, pues para que demonios me traía aquí <<esto era imperdonable>>
Cuando por fín se digna a recoger nuestras pegatinas, se acerca, lo suficiente, hasta que nuestros cuerpos se rozan y coloca mi nombre. Cuando su mano baja, no pierde oportunidad, y éste, sin vergüenza alguna por estar frente a tantas personas, roza mi seno con su dedo indice y luego lo pasa a lo largo de mi escote
No sé porqué, su toque, ya no me parece nada erótico o provocador y mucho menos romántico. Realmente me sorprendió sentir algo parecido a la repulsión, por lo que hacía, así que de un manotazo rompí el contacto pero el muy imbécil me agarró con fuerza de la muñeca y nos acerco lo suficiente para que yo sólo pudiera escuchar lo que decía
- No empieces a portarte como una niña caprichosa Catalina, no quiero escenas, ni dramatismo, te dije que está noche será una noche especial, así que malditamente no lo arruines... ¿me entendiste?- Joder! con los cambios de humor de éste hombre; pero por el fuego, con que amenazaban sus ojos, solo me quedó asentir con la cabeza y no refutar
Sin soltar el fuerte agarre y con un tirón brusco, nos llevó a la entrada y por fin traspasamos las puertas, esas a las que, diría yo, me llevarían a la verdad...
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Pesadilla© (Borrador)
Mystery / ThrillerElla: Indefensa, hermosa y sobre todo ingenua. No podrá evitar lo que se viene pues antes de saberlo se verá atrapada entre voces, cuyos deseos oscuros buscarán imponerse en su vida a cualquier precio. Ellos: Solo quieren una noche... una noche pa...