Compartían un cálido abrazo, como aquel mismo de la estación cuando se despidieron por primera vez , una acción callada pero que a la vez decía tantas cosas : "Quédate conmigo", "ven conmigo".
-¡Eh ragazzi, consíganse un cuarto!-interrumpieron unas voces.
-Ustedes deberían hacerlo primero-bromeó Alberto intentando disimular la vergüenza.
Los que habían interrumpido tal emotivo reencuentro eran Ciccio y Guido, quiénes se encontraban en su bote a motor. Ambos novios no contestaron nada, mientras aceleraban el bote con entre risas.
-¿Ellos están juntos?-preguntó Luca.
-Si, desde hace un año, ¿por qué te sorprende?
-¿Y nadie aquí les dice nada?
-Pues desde que aceptaron a los de nuestra especie, la gente de aquí se han vuelto de mente abierta, ¿acaso en Génova no es así?
-La verdad no, para muchas personas es una abominación antinatural, hay miradas y palabras crueles, vi a un amigo sufrir todo eso, burlas o bromas pesadas.
-Solía llamarlo el lugar horrible, parece que no me equivoqué. Creí que llegarías mañana, eso dijiste en tu última carta-dijo Alberto intentando cambiar de tema.
-Hubo un cambio de planes, ese fue el motivo de llegar antes, me asustó no verte en la estación como de costumbre, por eso vine a buscarte aquí.
-Creí que estaba soñando, no podía creer que ya estabas aquí.
-¿Has soñado conmigo?
Un silencio incómodo se hizo presente, Alberto no contestó y Luca no volvió a preguntar. Ambos seguían caminando a casa, en el cielo se hacían presentes las estrellas, muchas noches estando en Génova deseaba verlas junto a Alberto,tal como lo hacían cuando se conocieron, tal como soñaba tocarlas cuando imaginaba que viajaba con él.
-Hasta Caligola es más veloz que ustedes ragazzi ¿por qué tardaron tanto?-cuestionó Massimo.
Decir toda la verdad iba a ser ligeramente vergonzoso,por lo que solamente dijeron una parte de esta. Que se habían entretenido hablando y nada más. Ni mencionar la leve tensión romántica que se había generado.
No es para nada fácil no ver a un ser querido por el transcurso de un año. No lo es para un padre que sólo tiene los veranos para ver a su hija. O para una familia que decidió mandar lejos a su hijo para que esté viviera todo lo que no había vivido,darle la libertad que le habían negado.
Además de siempre contaron con la desinteresada generosidad de la familia Marcovaldo, especialmente de la Alberto,quien a tan temprana edad tomó la responsabilidad de ayudar a su hijo.
Alberto lo hacia ya que de cierta manera se sentía responsable de él, le compro el boleto de tren y lo convenció que de subir a este , no podía dejarlo simplemente a su suerte.
Por supuesto que no se aprovecharían de eso,ellos también desearon aprender los trabajos de la superficie para aportar a los gastos de su hijo en Génova, aunque no era mucho comparado con lo que daba Alberto,al menos era algo.
Estando en su hogar subacuático, los Paguro esperaron que Luca este completamente dormido para hablar de algo importante.
-La mamá de Giulia dijo que no vio ningún comportamiento diferente en él, no lo ha experimentado aún -mencionaba Daniela.
-¿Y si nuestro hijo nunca llega a experimentarlo?
-No quiero ni imaginar que pase el resto de su vida solo, seguramente es algo lento.
-Tal vez no lo experimentó porque estaba lejos de cierto ragazzo, pero ahora tal vez lo experimente.
-¿Qué quieres decir mamá?
-Ponte feliz hija, recuerdo que cuando te enteraste que Luca salía con Leticia gritaste que preferirías verlo unido a Alberto que una chica humana.
-¿Y si Alberto sólo ve a Luca como amigo?-murmuro Lorenzo.
-Ay Lorenzo, creo que Luca heredó tu forma de ser tan distraída, Alberto le mostró el mundo, lo apoyo cuando ustedes querían castigarlo, casi dio su vida por él, lo ayudó de manera desinteresada para pudiera estudiar y ni hablar cuando Luca huyó en cuanto querían separarlos, si no eso no es amor, no se que es.
Alberto se encontraba escribiendo algo, entre borrones releía el escrito y si había algo que no le gustaba arrugaba la hoja y volvía a comenzar.
-Oye Alberto ¿estas dormido?-llamaba Giulia a la puerta.
-¡Si!-contestó fingiendo unos ronquidos.
-Me da igual, voy a pasar, espero que estés decente. ¿Qué son esos papeles?-preguntó.
-Nada, sólo unas tonterías, ¿De qué quieres hablar?
-¿Enserio Luca tardó en encontrarte?, ¿O estaban dándose los besos que se debían?-bromeó pícaramente.
-¡Giulia!, sólo somos amigos.
-¿Por qué se empeñan en ocultar sus sentimientos?. Esto no es Génova, aquí uno puede amar a quien quiera.
- Luca me contó sobre eso ,no puedo creer lo crueles que son.
-Pues él y tú no están ahí, están aquí, así no deberían temer.
¿Valdría la pena arriesgar una amistad tan valiosa por un amor que parecía imposible?-pensó.
-¿Qué pasara cuando deba irse de nuevo?, además no se como hacerlo, no se cual seria el momento ideal.
-Yo los ayudaré, mañana supuestamente saldremos los tres ,pero yo me iré por ahí y lo dejo todo en manos de ustedes, sé que serán la pareja más bonita de Portorosso.
-A ver que pasa, ve a dormir o papá nos regañará.
-Buonanotte-se desearon ambos .
Esa noche no podía conciliar el sueño, quizás mañana podría el inicio de una hermosa historia, una historia que debió haber iniciado hace unos veranos atrás. No podía obligarlo a quedarse , la herida que tenía en el corazón le hizo creer que Luca lo abandonaría como lo hizo su padre. Luca no tenía la obligación de sanar esa herida.
Hizo mal en tratar de evitar que fuera a la escuela, él tenia derecho a cambiar de opinión y hacer con su vida lo que desease. Nunca planeó abandonarlo, siempre fue: "Vamos a la escuela", no un "me iré a la escuela".
Aunque eso ya no importaba, era el pasado, una prueba que en ese momento su amistad había sobrellevado exitosamente.
Ahora estaba en el presente,el cual podrían estar juntos,uno de los dos debía dar el primer paso.
ESTÁS LEYENDO
Mi universo, nuestro universo🌌 /Luberto
Fanfiction¿Quién dice que los amores de verano no duran para siempre? Pasaron los días, semanas ,meses, años y en vez de disiparse se fue incrementado, ese era el caso de Luca y Alberto. Sentimientos, deseos y otras cosas que necesitan ser descubiertas para...