Gong Wei se recuperó de su shock al ver a Xu Shuangtze para considerar por qué lo estaría viendo en este momento.
En esta vida Gong Wei sólo tenía que ser un miembro de la Secta de Xu Shuangtze, esta tenía que ser... ¡La Secta Cang Yang!
¿Por qué tenía que ser aquí de todos los lugares?
La Alianza de los Inmortales era inmensa— forjada por dos soberanos, había tres sectas clave con cuatro inmortales, seis familias nobles y ocho sectas menores. Además, también había doce casas menores y más de cien familias Xuanmen.
¿Por qué tenía que ser la Secta Cang Yang?
Gong Wei escuchó un zumbido en sus oídos. No pudo escuchar claramente la respuesta de Yuchi Xiao ni distinguir lo que la multitud había dicho. Las fuertes heridas infligidas por la espada divina de Xu Shuangtze se grabaron en el alma de su víctima para toda la eternidad. Este fuerte dolor casi abrumaba todos sus sentidos.
Fue sólo el lapso de tiempo de unas cortas respiraciones, sin embargo, se sintió como varias décadas interminables antes de que Xu Shuangtze, con su túnica de delicados y dorados adornos pasara de largo y se alejara en la distancia.
El corazón de Gong Wei, que sufría violentos espasmos, sintió por fin un poco de alivio. Todavía temblando, exhaló profundamente, sólo para escuchar la tensa voz de Yuchi Xiao desde no muy lejos: "...Estaba pasando por la Ciudad de Linjiang cuando el Joven Maestro Meng me envió una carta pidiendo ayuda. No podía ignorar estos trágicos incidentes..."
Después de anular la propuesta de matrimonio con Gong Wei, Yuchi Xiao fue arrastrado de la oreja por su madre hacia la montaña Cang Yang. Se preparaban para regresar a su sala ancestral en la Puerta Dorada, para que recibiera el castigo del líder de la Secta de la Espada de acuerdo con las leyes de la familia, por ser un hijo desobediente e infiel. Sin embargo, en su camino por la ciudad de Lingjiang, se encontraron con algunos incidentes extraños.
Linjiang era una famosa ciudad con una larga historia. Debido a la fuerte presencia de la realeza en la ciudad, se decía que había disfrutado de ochenta años de paz, sin la presencia de espíritus malignos o fantasmas. Sin embargo, en apenas medio mes, se han producido muchos accidentes extraños y trágicos, con veintiocho personas que han muerto una tras otra.
Y no se trata de cualquier persona, sino de veintiocho bellezas impresionantes.
La primera víctima era la cortesana número uno de la ciudad de Linjiang. Tenía dieciocho años y era una belleza proclamada a nivel nacional. Se decía que sólo su actuación de canto y baile valía mil piezas de oro. Hace apenas medio mes, fue convocada a la residencia de un príncipe para una actuación de cítara.
Fue un evento excepcionalmente elegante en el que los invitados bebían alegremente mientras esperaban su gran aparición. La cortesana llegó vestida con una alegre sonrisa y se excusó amablemente para ponerse su traje de actuación, pero desapareció durante más de una hora. El príncipe envió a sus sirvientes a buscarla. La encontraron en la habitación, colgada de la viga del techo, con lágrimas aún calientes mojando su rostro. Antes de morir, había masticado y tragado maníacamente cortezas y hojas de árbol. Su preciosa horquilla enjoyada estaba tirada en el suelo.
La misma noche en que la cortesana murió misteriosamente, un hombre rico de la ciudad casaba a su hija. Era otro gran evento, profusamente decorado en un rojo festivo. El novio estaba en el salón delantero entreteniendo a sus invitados cuando la hermosa novia gritó rabiosamente y salió corriendo de su cámara nupcial con unas afiladas tijeras en la mano. Se abalanzó sobre cualquier ser vivo que se le pusiera a la vista, acuchillándolo salvajemente. Cuando se dio cuenta de que su novio estaba indefenso y sorprendido, se enfureció aún más y se abalanzó sobre él con intención de matarlo. El novio, aterrorizado, fue salvado por el grupo de invitados. Pero antes de que pudieran sujetar a la novia, ésta gritó varias veces de angustia antes de apuñalarse la garganta con el arma.
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La Espada Nombrada 'Sin Salida'
RandomCuenta la leyenda que el hombre más formidable del mundo, Xu Shuangtze, poseía un apreciado retrato de su difunta esposa. Pero nadie sabía que, en su reverso, había otro retrato de su archienemigo, al que Xu Shuangtze había matado con sus propias ma...