El Ángel de los Ojos de Vidrio [PAUSADO]

Capítulo 10: "Babo"(Parte 3)

☆ BABO (PARTE #3) ☆

● LUHAN ●

Luego de que nos fuimos del parque, supusimos que Jongin y Kyungsoo se habían ido, así que decidimos volver al parque.

Estuvimos un buen rato en silencio, no estaba incomodo, era de esos silencios en los cuales te siente bien y en paz contigo mismo. Me sentía bien, por primera vez me sentía amado.

- ¿Por cuánto tiempo estuviste planeando esto? –la pregunta fluyo, mientras yo miraba tranquilamente con la mirada hacia al frente.

- Varios días… -sonrió tímidamente mirando al piso, lo sé, yo voltee a verlo disimuladamente.

- Ohh vaya, me gustó mucho –exalté con demasía, como si fuera u niño pequeño-

Sehun detuvo el paso y me miró fijamente. Yo a la vez  voltié a ver por qué había parado.

- ¿Qué pasa? –le pregunté-

- Lo siento, es que eres hermoso.

- Gra… gracias –murmuré tímidamente- ¿Y…y te vas a quedar ahí parado viéndome?

- Podría hacerlo una eternidad.

No aguanté más y fui a abrazarlo y acto seguido besarlo.

[NARRADOR]

Al principio era un beso suave, dulce pero poco a poco fue subiendo la intensidad, hasta que los besos no solo se repartieran en la boca si no en otras partes del cuerpo. Necesitaban más cercanía, mas, mucho más.

Sehun tomó a Luhan cual fuese una muñeca de porcelana y lo colocó suavemente sobre el césped húmedo. Ambos sabían a que llevaría esto, Luhan solo se dejó hacer. Ambos hacían lo que sentían en sus corazones, aunque algo extraño para Sehun ya que ese chico/chica estaba muerto, era un fantasma, estaba a punto de tener relaciones con un fantasma. Las órdenes le llegaron rápidamente al cerebro y dio un paso atrás.

- Y ahora ¿Qué pasó? –preguntó apenado- ¿Hice algo mal?

- No, no, nada, no eres tú, soy yo.

- Esto ya lo he oído antes.

- No, no, no.–se alarmó- no me mal entiendas, es solo que… veras…

- Vale, déjalo, está bien.

- No, no, lo que pasa es que me siento extraño, porque tú eres un fantasma y yo un humano, y… pues, es algo difícil de explicar… veras…

Luhan sonrió dulcemente ante el parloteo de Sehun, estaba nervioso.

- Calma, si se de lo que hablas, pero vamos… A poco no te gustaría tener una experiencia así.

- Bueno ahora que lo dices así, sí. -volvió a sonreir.

- Además el amor traspasa barreras, en nuestro caso es muy literal.

- Vale, me has convencido. Jajaja Luhan, ¿me regalas un beso?

- Te doy todos los que quieras babo, y ¿sabes que es lo mejor?

- ¿Qué?

- Que son gratis.

Y ambos se fundieron en un beso. Se repartían abrazos muy efusivos. Y acto seguido, pasaron su primera noche ahí. Demostrándose el amor que se tenían. Tal vez no era el lugar adecuado, ni el más privado, pero era especial para ambos, su primera noche juntos sin importar las adversidades y rompiendo toda la clase de barreras.

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- ¡Dejame, ¡déjame!. –trataba de zafarse de los agarres del otro-

- No. Invítame tu yogurt, no seas malo.

Un niño desde el fondo observaba la escena sentado con el ceño fruncido.

- No, no quiero. ¡Miss! ¡Miss! –pero era en vano, la miss no escuchaba nada, ya que estaba hablando con unos padres de familia.

La Miss “A”, era una persona amable para sus cincuenta y tantos años que se manejaba, no era como esas “abuelitas” amargadas de la vida, no pertenecía a ese grupo; era todo lo contrario. Era dulce y atenta con todos los niños de ese lugar, claro que disponía de ayudantes.

- Que me sueltes. Yo he comprado esto con mis propinas que he juntado.

- Solo quiero un poquito –hablaba entre el medio del forcejeo

- ¡Que no!

El niño quien hacía unos instantes observaba la escena, se paró de su asiento, tomó el poco valor que tenía y pronuncio: "Te dijo que lo sueltes."

- Yo solo quiero un po-… -el niño de aproximadamente cinco años se giró para ver de quien se trataba- digo, está bien lo dejaré.–y salió corriendo despavorido ante el niño de ocho años.

- ¿Estás bien?

El otro niño que hacia un momento lo estaban molestando, solo lo observaba. Lo había visto tiempo atrás, solo que no se había quedado a verlo detenidamente, ni mucho menos a tratarlo.

- Esta bien, por lo visto no quieres hablar como los demás, lo siento, no quise asustarte. Hasta luego. –hizo el amago de irse, pero el niño lo detuvo.

- Oye, no he dicho que te vayas y tampoco te tengo miedo.

- Pensé que sí. Por cierto eres muy bonita.

- No. Bueno gracias, ¿Cómo te llamas?

- JongIn y ¿tu?

- TaeMin.

*

Se encontraba en su casa, una vez que dejo la casa de Kai. Ese beso, bastó solo ese beso, para que supiera lo que es la felicidad. Habérselo encontrado después de tanto tiempo, tan alto, tan guapo, tan él. Aún se arrepentía de nunca haberle confesado los sentimientos que tenía hacia él desde pequeño, pero en esos tiempos aún desconocía de su orientación sexual, eran muy pequeños. Pero ahora lo tenía de vuelta, a su Kai, la vida le había vuelto a dar una oportunidad más y esta vez no la desaprovecharía, no echaría a perder la oportunidad de estar con su Kim JongIn, estaba decidido.

- Kim JongIn, serás mío, a toda costa, cueste lo que me cueste, serás mío, o dejo de llamarme Lee Taemin.