El Ángel de los Ojos de Vidrio [PAUSADO]

Capítulo 11: "Segundo Error"

[CAPÍTULO 11: "SEGUNDO ERROR"]

● KAI ●

- Uff... -lancé un gran suspiro-

- ¿Cómo van las cosas?

- Van de mal en peor.

- Ánimos, yo se que estarás bien.

- Si…

Desde que salí de corea no hay un solo día en que no lo extrañe; me hace falta todo de él, se me ha quedado impregnado hasta su olor. Han pasado 3 meses y aún lo extraño, como si hubiera pasado una eternidad.

- Eres joven, no debes rendirte. Lucha por lo que quieres.

- Entiendo. Bueno, tengo que irme, debo regresar.

- Adiós JongIn.

- Adiós Henry.

Henry era un violinista que tocaba en las calles, por hobbie, era de buena familia, pero los fines de semana salía disfrazado a las calles a deleitar a las “damiselas”, como él las llama.

Hacía tres meses, había viajado rumbo a Londres, en busca de Kyungsoo.

El día que me quedé en el aeropuerto, tuve que pasar por la seguridad del aeropuerto y prometer que no volvería a cometer disturbios, puesto que a la próxima me decomisarían el pasaporte. Hize todo el papeleo posible, junto con Sehun, y pudieron soltarme.

Luego se me había ocurrido la magnífica idea de ir a buscar a KyungSoo. Sehun se había interpuesto, pero eso no me importó, así que fui directo a comprar un boleto con destino a Londres.

Sehun lo único que pudo hacer es desearme un buen viaje y pedirme que le avisara cuando llegara, a lo que asentí y acto seguido me despedí.

Habían pasado 3 meses, tres largos meses en las que me dediqué a buscarlo, seguía fallando, ¿en donde se habría metido?  Había preguntado en todos los hoteles, tocando puerta por puerta y nada. Yo no me acostumbraba a rendirme rápidamente, pero esta vez, al parecer, sería la excepción. Me sentía frustrado por no haberlo podido encontrar. Ya se me estaba acabando el dinero que había traído conmigo y no tenía para más, salvo para mi pasaje. Tenía miedo de que algo me  pasase, conociendo mis antecedentes, es lo peor que temía, pero ya no podía hacer más, tenía que regresar y renunciar a él definitivamente. Tristemente debía renunciar a KyunSoo.

Tras mi regreso a Corea, fui obviamente, directo a casa, estaba cansado y lo único que quería hacer era dormir, caer en un profundo sueño, del cual no poder despertar jamás.

A la mañana siguiente, el ruido de la sartén me terminó despertando. Dando pataletas me dirigí a la cocina y no podía creer lo que mis ojos veían. Era KyungSoo haciendo el desayuno, estaba friendo huevos con tocino. Lo primero que hize fue correr hacia él, abrazarlo fuertemente y besarlo desesperadamente. No lo dejé ni hablar, pues yo solamente estaba sorprendido. Parecía un sueño del cual había despertado.

Lo seguí besando durante un rato, gritando pausadamente “¡¿Eres tú?!” “¡¿Eres tú?!”, “¡¿De verdad eres tú?!” Estaba feliz. Lo había buscado durante 3 meses sin dar resultado y como por arte de magia aparecía al día siguiente, sin duda alguna era una pesadilla de la cual había logrado despertar.

Todo era magnifico hasta que...

- No pensé que me extrañarías tanto JongIn. –habló-

No era él, esa voz no era de él, no era KyungSoo, era Taemin. Maldición. Mi mente me estaba jugando una mala pasada, y una muy mala por cierto.

- Oh, yo lo siento... creí que eras… olvídalo. –me rasqué la cabeza-