Al pasar los días, su diario le enseño una nueva forma de ver la vida, pues él siendo cantante utilizaba sus sentidos para escribir las canciones que cantaba cada día para ganarse el pan de la mesa.
Olive, que escribía, pero no de la misma forma que Harry, no leía y sentía la vida tal como la conocemos, lo hacía de otra manera: utilizaba sus cinco sentidos mucho más profundizados que cualquier persona que él haya conocido. Porque cuando ella describía un olor o algo visto desde lo lejos, encontraba millones de sinónimos para la misma cosa y si no los había, los inventaba, como cualquier escritor.
Y era así como la chica había decidido demostrar sus sentimientos sobre el mundo: con sinónimos.
Y Harry, que leía las entradas de Olive todos los días, había encontrado el perfecto ejemplo para demostrar ello:
22/3/14
He visto millones de caras en toda mi vida, y aún, a la distancia, puedo recordar la suya; como se le achinan los ojos cuando los cierra y está feliz. Las marcas que se le hacen a un lado de sus labios cuando está sonriendo. El lunar pequeño y redondo que se encuentra en el lado derecho superior de la boca. La forma de su nariz cuando frunce el seño o algo le hace cosquillas. Sus ojos al mirarme a los ojos.
Aún puedo recordar su voz cuando cantaba a mi oído. Sus caricias cuando estamos en el sillón, aún puedo sentirlas.
A veces siento su corazón palpitar a un lado, como se exalta cuando lo toco. Lo quisquilloso que se vuelve cuando toco su estomago, o lo cohibido que se vuelve al tocar su pierna.
La risa que tiene, o incluso su forma de ser.
Lo loco que es y lo feliz que me hace.
Lo conozco como a la palma de mi mano, como si él fuera yo. Aún me sigue sorprendiendo su forma de ser, o la forma en que piensa, como ve el mundo y como siente cada sentimiento. Lo sentimental, romántico, tímido y loco que es.
No hay palabras que podrían describir con exactitud todo lo que es, y lo que es para mí.
Tocó mi corazón con sus dedos artísticos, pintando cada parte de mi vida, volviéndola más y más colorida... Cambió mi vida por completo y abrió mis ojos a la realidad. Me mostró lo bueno y lo malo. Señaló el camino correcto, y por allí lo seguí, como si él fuera mi camino amarillo.
Me hundí en su cerebro y fecundé su creatividad y la mía. Sirvió de ejemplo a todos a mí alrededor. Se volvió mi vida, mi mente y se llevo mi corazón. Lo hizo suyo y luego me hizo suya. Marcó sus manos en m i piel de la forma más inocente posible, y me quedé allí esperando por más.
Lo imaginé en todos los escenarios posibles, con caras diferente, características, gustos, formas de ser diferentes... Pero ahí estaba él siempre. En mi mente, haciendo que lo piense todo el tiempo.
Olive había estado enamorada completamente una vez. Tanto que no se había prohibido a sí misma describir a quien amaba. Demostrar cuanto lo quería a través de las palabras que en su mente aparecían.
Louis, que había leído aquello, se preguntó si Olive había descrito a Harry de esa manera alguna vez. Si lo había descrito pensando en aquel muchacho que la había hecho feliz y le había cambiado la vida.
No sabía cuan en lo cierto estaba.